Si hace 30 años nos preguntan qué estaríamos haciendo en pleno 2023 probablemente nos imaginaríamos a esa ciudad del futuro que siempre se nos presentó, con coches voladores y la última tecnología. Sí, hemos avanzado a pasos agigantados, pero hay cosas que pensábamos que a estas alturas ya tendríamos y no ha sido así. ¿Un ejemplo? Los coches autónomos, no en cuanto a su movilidad, sino a que no fuese necesaria la intervención humana para que se desplacen. Vamos, que no haya que utilizar las manos. Pues eso ya está más cerca tras la aprobación del primer coche que se conduce sin manos en España.
Ford es el único fabricante que ha conseguido la aprobación del ministerio de Industria y de la Dirección General de Tráfico (DGT) para que introduzca en España el sistema que nos permite conducir sin manos en autopistas y autovías. No obstante, exigen que la vista siempre debe estar puesta en la carretera.
Reino Unido y Alemania ya introdujeron a comienzos de este año el asistente de conducción autónoma BlueCruise de Ford, por lo que España se convierte en el tercer mercado europeo al que llega.
No obstante, por el momento esto va a ser algo reservado a unos pocos, pues solo estará disponible para quienes compren a partir del 12 de octubre el Ford Mustang Mach-E, un SUV eléctrico de unos 50.000 euros. No obstante, para tener el sistema en tu coche tendrás que pagar una suscripción mensual de 24’99 euros, sin compromiso de permanencia, aunque los tres primeros meses serán gratuitos.
El sistema podrá activarse cuando se quiera siempre que sea dentro del primer año tras la compra del vehículo, pudiendo activarlo durante tres meses y luego no volver a hacerlo.
El BlueCruise funciona de tal manera que detecta las marcas de los carriles y las condiciones del tráfico que nos rodea, una información con la que es capaz de tomar el control de la dirección del volante o la distancia de seguridad con el resto de los vehículos, pero también de la aceleración y del frenado, pudiendo frenar y arrancar por sí mismo en situaciones de retenciones en la carretera.
Por su parte, para garantizar que los ojos del conductor están pendientes de la carretera pese a no estar conduciendo, se coloca una cámara en el cuadro de mandos que monitoriza la mirada y la posición de la cabeza.
Para que se pueda activar el conductor debe colocar las manos sobre el volante y mirar hacia la carretera. Será cuando la pantalla señale que es seguro cuando la persona pueda quitar las manos del volante, pero sin apartar la mirada de la calzada. Cuando lo desee, el conductor tomará de nuevo el control y, si la situación es segura, podrá volver a retirar sus manos de la dirección y el sistema se encargará de seguir la marcha.