La antigüedad de los vehículos es algo que lleva preocupando en España desde hace un tiempo. Una preocupación que crece más aún con las nuevas y más duras restricciones medioambientales para los vehículos de cierta edad.
La antigüedad del parque automovilístico español moviliza a todo el sector del automóvil para encontrar soluciones a esta situación, que es peligrosa y contaminante. Mientras que la media europea se queda en los 12 años y hay naciones que se quedan en los 9 años de antigüedad media, en España la última cifra oficial registrada es de 13,9 años y muy probablemente ya se han alcanzado los 14 años.
Pese a este preocupante dato, al que se le atribuyen consecuencias negativas en materia de seguridad vial y también de contaminación y emisiones, no en todas las comunidades españoles los vehículos presentan la misma antigüedad.
La antigüedad por comunidades autónomas
Si nos vamos a la capital, podemos ver que Madrid es la única comunidad autónoma de España que tiene una media de edad del parque de vehículos inferior a la europea con 11,4 años. Esto, entre otras razones, es porque en Madrid es donde más vehículos nuevos y electrificados se venden, algo que ayuda a rejuvenecer el parque de vehículos. A las cifras de Madrid le siguen, eso sí, ya superando la media europea, aunque no la española, Cataluña con un parque de 13,4 años de antigüedad y la Comunidad Valenciana con un parque de 13,6 años.
La otra cara de la moneda la encontramos en las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla. En Ceuta, la cifra de la antigüedad del parque de vehículos asciende a los 16,3 años. Pero aún hay más, ya que en Melilla la edad media de los coches es un año mayor, llegando a los 17,3 años, es decir, tres puntos por encima de la media nacional y más de cinco de la europea.
Otras cifras donde se pueda encontrar una media de vehículos de edad elevada es en las comunidades de Extremadura, Galicia, Castilla y León, Castilla y la mancha, Asturias y La Rioja, ya que en todas ellas el parque supera los 15 años de antigüedad, algo que es preocupante, pues a medida que un coche se va haciendo viejo, como es lógico, requiere de más mantenimientos para que todo funcione correctamente.
La antigüedad del parque automovilístico de España preocupauppers.es
Puntos importantes en el mantenimiento de un coche viejo
Luces. En períodos que no superen los 30 días se deben tomar cinco minutos del día para verificar que todos los faros estén operativos y limpios. Tener en casa repuestos y también llevarlos en el vehículo, es una garantía de seguridad y ahorro de tiempo cuando se encuentra un desperfecto.
Sistema de frenos. Es claro que si un coche no frena las consecuencias pueden ser fatales, así que es imprescindible cuidar la integridad física del conductor y los acompañantes. Algunos especialistas recomiendan hacer un control de las pastillas de freno cada 20 000 kilómetros. El desgaste puede variar según el uso, el terreno, la densidad del tránsito a la que se somete habitualmente, etc. Si no se ha atendido debidamente el estado del sistema de frenos, y comienzan a generarse ruidos, son señales de que hay que realizar un recambio urgente; entre otras cosas, para evitar un accidente.
Limpiaparabrisas. Tal vez nadie desee conducir bajo la lluvia, pero los horarios y la naturaleza parecen no tener conexión. Un limpiaparabrisas inútil marca los vidrios, disminuye la visión y afecta directamente en los reflejos del conductor. Lo recomendable es hacer un cambio de escobillas anualmente. Además del propio uso funcional, las mismas se gastan por su gran exposición a las condiciones climáticas.
Neumáticos. Existen marcas de neumáticos que tienen mayor vida útil, y también usuarios que transitan por lugares que ocasionan roturas o mayores desgastes. Más allá de cualquier factor externo, el correcto mantenimiento de los neumáticos es imprescindible. Además del control periódico –visual– es necesario mantener el nivel de presión adecuado y equilibrado, y cambiar los neumáticos cuando se detecta que la rueda se va a quedar totalmente lisa.
Los amortiguadores. Otros de los integrantes claves para tener un viaje sereno y cómodo, son los amortiguadores. Estos cumplen una función importante cuando es necesario realizar maniobras con velocidades altas. Si no sucede una avería por algún golpe brusco en el camino o excesos en la carga del coche, se debe realizar una revisión de amortiguadores cada 20 000 kilómetros o cada año, ya que alguno puede reventar por estar defectuoso.