Cuando uno se plantea vender su coche hay muchas cosas detrás, la principal suele ser para comprar uno nuevo que se adapte mejor a tus circunstancias. No obstante, también puede deberse a que empieza a dar problemas y quieres quitártelo de encima o no le das el suficiente uso, pero dentro de todo ello hay quien se fija bien en un aspecto clave: venderlo en el mejor momento para que no haya perdido tanto valor y la venta te reporte grandes beneficios. Entonces llega la gran pregunta: ¿cuál es el mejor momento para venderlo?
Para ello es necesario ser consciente de la vida útil de un vehículo, que se sitúa normalmente entre los 10 y los 15 años de media. Por eso, un coche que se ha sometido a un esfuerzo normal y que ha pasado todas sus revisiones suele alcanzar los 250.000 o más kilómetros sin ningún tipo de problema, aunque todo depende del tipo de motor.
Por ejemplo, uno de gasolina suele tener una vida media de entre 250.000 y 300.000 kilómetros, mientras que los motores diésel suelen tener una vida algo más larga, llegando a alcanzar una media de 400.000 kilómetros y unos 20 años de vida útil. Ahora bien, ¿es ese el momento para venderlo o hay que hacerlo antes?
Si nos paramos a pensar, siempre que se ha planteado la venta, o la compra, de un coche cualquier se fija en el cuentakilómetros y que esté lo más bajo posible, pero no llega a ser lo ideal, sobre todo si eres el que lo vende. Si dejas ir tu vehículo con apenas 50.000 kilómetros ya ha perdido gran parte de su valor, probablemente lleves solo dos o tres años con él en tu garaje, y eso va a suponer una pérdida económica para ti.
No existe un momento como tal que sea el perfecto para venderlo, pero si tu coche está bien y supera con creces cada una de sus revisiones por su buen mantenimiento, puedes jugar con el instante de su venta cuando quieras deshacerte de él. En general si es de gasolina el momento óptimo es cuando haya pasado los 200.000 kilómetros, pero si es diésel es mejor tras sobrepasar los 300.000, más o menos cuando el coche ya haya cumplido los ocho años.
Sin embargo, lo ideal sería bajar un poco esas cifras que inconscientemente ya nos condicionan. Para vender el coche a buen precio no debería superar los 100.000 o 120.000 kilómetros, aunque lo ideal es que esté sobre los 90.000 y no alcance las seis cifras. Lo mismo ocurre con los años. Pese a que el vehículo esté muy bien conservado, si supera los 10 va a perder valor para el comprador, por eso es mejor si en el momento de la venta tiene entre siete y nueve años desde el momento en el que fue matriculado.