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El coche eléctrico no termina de arrancar en España. Su precio, entre 5.000 y 18.000 euros más caro que su equivalente en gasolina, desanima a las clases media y baja. La cuota de mercado del 4,6% en el primer trimestre del año apenas es un tercio de la media de la UE, donde sí hay países con una mayor demanda de estos vehículos como Alemania o Francia. Precisamente en el país vecino se ha implementado un programa de renting social que ha tenido una excelente acogida y que podría ser replicado en España.
La iniciativa facilita el acceso a los vehículos eléctricos de los ciudadanos con rentas medias y bajas. Estos se comprometen a alquilarlos durante al menos tres años por una cuota mensual que ronda los 100 euros. Algo más para los modelos más grandes. Para poder solicitarlo, hay que tener más de 18 años, vivir a más de 15 kilómetros de su puesto de trabajo y conducir de manera anual más de 8.000 kilómetros debido a su actividad laboral. Además, sus ingresos anuales tienen que ser de menos de 15.400 euros.
Tras cumplir los tres años establecidos en el programa, los beneficiados podrán elegir entre adquirir los vehículos con una rebaja o dejarlos, con lo que pasarían al mercado de segunda mano, que es una de las carencias actuales de la movilidad eléctrica. El éxito ha sido tan grande que en menos de un mes el Gobierno francés se ha visto obligado a paralizarlo, ya que la demanda duplicaba la oferta de coches disponibles. Ya han anunciado que volverá el año que viene.
“El programa fue un compromiso del presidente de la República, Emmanuel Macron, y Francia es el primer país en implementarlo (...) El Estado paga 13.000 euros por cada coche, además de 7.000 más para los hogares más modestos, lo que permite cuotas de 100 euros al mes, mucho más bajas que las del mercado, con las que se puede tener un vehículo respetuoso con el medio ambiente”, ha explicado un portavoz del Ministerio de Transición Ecológica francés, según recoge 'El País'.
El éxito del programa demuestra que sí hay interés por la movilidad del precio, pero el principal obstáculo es el precio. Por eso las ONG Transport & Environment (T&E) y Ecodes han realizado una propuesta de leasing social al Gobierno español basada en la francesa aunque con diferencias. El Ejecutivo ha confirmado que lo está estudiando.
El modelo español consistiría en un plan de ayudas para la adquisición de vehículos 100% eléctricos de unos 20.000 euros, muy básicos, para hogares con rentas medias-bajas y bajas. Las cuotas que partirían desde los 90 euros, por un periodo mínimo de cuatro años y máximo de ocho, y la Administración se encargaría de aportar el resto de fondos. Calculan que el programa podría captar al 25% de los compradores y usuarios de vehículos privados con rentas más bajas.
Si el plan saliera adelante, permitiría sustituir 39.000 turismos que se mueven con combustibles fósiles que anualmente recorren 15.000 kilómetros. El ahorro podría alcanzar las 48.775 toneladas de CO₂ y se evitarían 214.695 kilos de emisiones de NOx y 21.353 kilos de PM10.