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La policía de todo el mundo está en continua evolución, siempre buscando encontrar las estrategias más eficientes para patrullar y garantizar la seguridad pública. Una de esas estrategias es la incorporación de vehículos de lujo y alto rendimiento a sus flotas. Estos coches no solo sirven como herramientas de disuasión, sino también se convierten en medios para alcanzar rápidamente a delincuentes a la fuga y responder con mayor presteza a las distintas emergencias que se presenten. Vamos a repasar los coches de policía más caros del mundo, destacando sus características y el contexto en el que son utilizados.
Dubai es conocido por su ostentosa flota de coches de policía, y el Bugatti Veyron encabeza la lista con un precio de más de 2.5 millones. Este superdeportivo puede alcanzar velocidades de hasta 407 km/h y es utilizado más como un símbolo de prestigio y disuasión que para persecuciones activas. La flota de Dubai también incluye otros coches de lujo como el Lamborghini Aventador, el Ferrari FF, y el Aston Martin One-77.
El Reino Unido ha añadido a su flota de coches de policía varios superdeportivos, incluyendo el Lamborghini Murcielago. Con un motor V12 de 6.5 litros y una capacidad de 670 caballos de fuerza, este coche puede alcanzar los 342 km/h, haciendo de él una opción ideal para respuestas rápidas y para atraer la atención pública en eventos y campañas de concienciación.
En Alemania, la policía utiliza el Mercedes-Benz Brabus Rocket CLS, un coche que estableció un récord mundial en 2006 como el sedán de calle más rápido del mundo, alcanzando velocidades de hasta 365 km/h. Este vehículo combina velocidad extrema con una ingeniería alemana impecable, siendo una herramienta eficaz para patrullas en las autopistas alemanas.
Tanto Italia como Sudáfrica utilizan el Lamborghini Gallardo en sus fuerzas policiales. En Italia, este coche no solo representa el orgullo nacional al ser un producto local, sino que también se utiliza en patrullas de carretera y transporte urgente de órganos. En Sudáfrica, donde la tasa de criminalidad es alta, la velocidad y maniobrabilidad del Gallardo son esenciales para atrapar a los delincuentes.
Otro impresionante vehículo en la flota de Dubai es el McLaren MP4-12C, que se destaca por su diseño aerodinámico y un motor V8 biturbo de 3.8 litros que produce 592 caballos de fuerza. Este coche puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 3.1 segundos, siendo uno de los coches de policía más rápidos del mundo.
En Qatar, la policía patrulla en coches como el Porsche Panamera, conocido por su mezcla de lujo y rendimiento. Este vehículo de alto rendimiento es ideal para las carreteras amplias y bien mantenidas de Qatar, proporcionando tanto comodidad como capacidad de respuesta rápida.
La policía austriaca utiliza el Porsche Carrera 911, un coche que combina velocidad y agilidad, permitiendo a las fuerzas del orden responder eficazmente en terrenos urbanos y rurales. Con una velocidad máxima de 305 km/h, es una herramienta versátil y eficiente para patrullas y persecuciones.
El Nissan GT-R, utilizado por la policía de Abu Dhabi, es conocido por su impresionante rendimiento a un precio relativamente moderado para un superdeportivo. Este coche puede alcanzar los 315 km/h, lo que lo hace adecuado para persecuciones a alta velocidad en las extensas autopistas del emirato.
En Australia, la policía utiliza el Lotus Exige para patrullas y operaciones especiales. Este coche ligero y ágil es ideal para maniobras rápidas y respuestas en áreas urbanas densas, además de ser una herramienta eficaz en la lucha contra el crimen organizado.
Aunque no es el coche más caro, el Dodge Charger es ampliamente utilizado por las fuerzas policiales en Estados Unidos. Este coche combina durabilidad, potencia y coste efectivo, siendo una opción popular para patrullas urbanas y rurales. Con un motor HEMI V8, puede alcanzar altas velocidades mientras mantiene la estabilidad y el control.
La incorporación de coches de lujo y alto rendimiento a las flotas policiales de varios países refleja no solo un esfuerzo por mejorar la capacidad de respuesta y disuasión de las fuerzas del orden, sino también una estrategia de relaciones públicas. Estos vehículos tope de gama no solo ayudan en la captura de criminales, sino que también elevan la imagen de las fuerzas policiales, atrayendo la atención del público y demostrando un compromiso con la seguridad y la modernización.