¿Amante de los coches ruidosos? Puedes ser un psicópata, según un estudio

  • Los dueños de los coches ruidosos podría catalogarse como narcisistas, pero no es así

  • Una investigación señala que los propietarios de estos vehículos tienen rasgos psicópatas y sádicos

  • La encargada de la investigación reconoce que el estudio puede crear estereotipos erróneos

En el mundo hay grandes amantes de los coches. Unos para los que no existe mejor sensación en el mundo que estar al volante de cualquier coche, y otros porque modelo que ven, coche del que se quedan totalmente prendados. Entre esos amantes del motor hay muchos más tipos de personas, como los que prefieren subirse a un coche que arme un buen escándalo, de estos que hacen ruido y se hacen notar. Pues ojo, que la psicología tiene mucho que decir sobre ellos.

¿Qué ha detrás de los coches ruidosos?

Un estudio desarrollado por Julie Aitken Schermer, profesora de psicología y de estudios de gestión y organización en la Western University de London en Ontario, en Canadá, vincula la predilección de las personas a los coches ruidosos a problemas psicológicos tales como la psicopatía o el sadismo.

Sin duda, son datos que llaman la atención y que la experta quiso corroborar a través de una investigación al ver la cantidad de coches modificados que se concentraban en una zona del campus universitario para hacer carreras ilegales. La mayoría de ellos, coches que hacía mucho ruido y que le resultaban desagradables por el escándalo.

Gracias a su estudio, la profesora de psicología comprobó que el sadismo y la psicopatía predecían el comportamiento de aquellas personas que modifican los silenciadores de los tubos de escape de los coches. Para ello, encuestó a 529 estudiantes universitarios de empresariales a los que preguntó si veían a su vehículo como una prolongación de ellos mismos o si pensaban que los coches ruidosos eran más ‘guays’.

Rasgos oscuros de la personalidad

De esta manera, Shermer también realizó con cada uno de los encuestados un test de personalidad llamado Short Dark Tetrad (SD4) que está diseñado para detectar los cuatro rasgos oscuros de la personalidad: el sadismo, la psicopatía, el narcisismo y el maquiavelismo.

Pese a que en sus previsiones estaba encontrar una relación entre la preferencia por coches ruidosos y el narcisismo por eso de llamar la atención ante los demás, lo cierto es que encontró un vínculo mucho mayor con la psicopatía y el sadismo. “Descubrimos que era el sadismo y la psicopatía lo que predecía quién quería modificar sus silenciadores, quién se sentía más conectado con su vehículo y pensaba que los coches ruidosos eran realmente geniales”, explica la autora de la investigación.

Aunque es consciente de que estos datos pueden crear estereotipos sobre los conductores cuando van al volante de un coche ruidoso, sostiene que cuando esa psicopatía sale a luz es “probable que les divierta ver cómo la gente se sobresalta” ante el escándalo que montan durante su circulación sobre el asfalto. 

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