Los neumáticos son el único punto de contacto entre el coche y el asfalto, precisamente por eso, y por ser una parte mecánica hay que cuidarlos y revisarlos. No solo hablamos del dibujo, también de que lleven la presión correcta, pues no solo da el equilibrio, también aporta comodidad a la marcha y sobre todo seguridad en la frenada.
Como conductores, es más que necesario saber que no existe una única presión de inflado para todos los coches, incluso dentro de un mismo modelo puede variar dependiendo de si el vehículo está más o menos cargado. Cada con modelo y marca tiene una presión de neumáticos diferente. Además, no hay una norma generalizada, aunque, desde el RACE aseguran que “si un neumático tiene una presión de entre 2 y 2,5 bares estará dentro de un rango normal de inflado”.
Para saber la adecuada presión de los neumáticos, cada coche tiene una pegatina de referencia donde indica las presiones recomendadas por el fabricante, tanto si viaja una sola persona como si el coche va completamente cargado. Ese adhesivo suele estar en la puerta del conductor, aunque en algunos modelos está en la tapa del depósito de combustible, y también está en el manual de usuario del vehículo.
Los coches más modernos suelen contar con una tecnología que controla la presión del neumático; se llama sistema de monitorización de la presión del neumático (TPMS). Así, es el mismo coche el que te avisa de si la presión de sus ruedas no es la adecuada.
Tanto el exceso como el defecto de la presión en los neumáticos son problemáticos a la hora de conducir. Si se circula con poca presión el vehículo es menos manejable, puede darse un reventón en el momento menos apropiado, el desgaste del neumático es irregular, fomentado la posibilidad de que la rueda reviente, y aumenta la distancia de frenado con el pavimento mojado aumentado la posibilidad de hacer aquaplaning.
Respecto a llevarlas con mayor presión de la recomendada, el RACE explica lo siguiente: “Existe una falsa y peligrosa creencia de que llevar los neumáticos con un exceso llamativo de aire de lo que recomienda el fabricante facilita el manejo de la dirección y es beneficioso para el bolsillo, ya que el consumo de carburante va a ser más reducido. La explicación de esta bajada se debe a que la superficie de contacto de la goma con el asfalto es menor, así que la resistencia de la rodadura se reduce y, por tanto, el coche tiene que realizar menos esfuerzo para desplazarse”.
Como recomiendan desde el RACE, la presión debe estar entre los 2 y 2,5 bares. Esta medida permite al vehículo tener un equilibrio entre el consumo de combustible, la comodidad de marcha y la seguridad en la frenada.
Si superamos esto en 0,5 bares no va a ocurrir realmente nada, pues están pensado para ello. El problema se da cuando te supera en varios bares y, por ejemplo, en lugar de tenerlos en una presión de 2,5 bares se tiene a más de 3 bares. Esto va a afectar al comportamiento del coche de la siguiente manera:
Es fundamental revisar en frío la presión de los neumáticos del coche y siempre teniendo en cuenta la presión adecuada recomendada por el fabricante.