La siniestralidad en la carretera sigue siendo uno de los problemas más graves de la sociedad moderna. Según datos de la Organización Mundial de la Salud, cada año más de 1,3 millones de personas pierden la vida en accidentes de tráfico, una cifra escalofriante que resulta aún más desalentadora si se tiene en cuenta que la mayoría de estos siniestros son perfectamente evitables.
Con el objetivo de mejorar la seguridad vial, en los últimos años se han empezado a incorporar unos novedosos sistemas de seguridad en el sector de la automoción. Son lo que se conoce como Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción (ADAS, según sus siglas en inglés), unos dispositivos diseñados para mejorar la seguridad del conductor en la carretera que pueden detectar y alertar sobre distintas situaciones de riesgo e incluso, en casos extremos, actuar de forma autónoma para evitar posibles accidentes.
Recientemente, la Unión Europea ha establecido que a partir del próximo 1 de mayo de 2022 será necesario que todos los nuevos vehículos que se homologuen en Europa lleven incorporados ocho de estos sistemas de seguridad, según informan desde la DGT.
De acuerdo a los datos del Parlamento Europeo, el uso de estos dispositivos podría evitar hasta 25.000 muertes y más de 140.000 heridos graves en las carreteras europeas de cara a los próximos 18 años. La medida forma parte del programa “Visión Cero”, con el que se quiere reducir la siniestralidad en las carreteras a cero de cara a 2050, e incluye a los siguientes dispositivos.
El ISA es un sistema de control de velocidad que sirve para controlar la posición del vehículo en la carretera y relacionarlo con el límite de velocidad que rige cada tramo. Funciona conectando el Control de Crucero Adaptativo (ACC) con el sistema de Reconocimiento de Señales por medio de un software, y puede limitar de forma automática la velocidad de los automóviles.
Un dispositivo bastante común que aumentará su presencia de cara al próximo año. La cámara trasera tiene el objetivo de ayudar al conductor a maniobrar marcha atrás. Ubicada en el capó trasero o en el tirador del portón, se encarga de avisar de todos los elementos que queden en ángulo muerto, proyectando imágenes de los obstáculos en el salpicadero y por sonidos. Además, las más completas también pueden asistir al aparcar mediante líneas auxiliares de guía que marcan la trayectoria.
Estar perfectamente descansado es vital para poder conducir con seguridad. La fatiga, el cansancio y la somnolencia son tres estados que reducen tanto nuestros reflejos como nuestra capacidad de concentración y que aumentan el riesgo de que suframos un accidente. Para evitar estas situaciones, estos dispositivos analizan las reacciones y la forma de conducir de los conductores para detectar el cansancio y avisarles de que deben parar a descansar.
Otro sistema bastante presente en los vehículos actuales y que será obligatorio en 2022. Estos dispositivos están diseñados para detectar colisiones frontales inminentes, ya sea con otro vehículo o con una persona, y alertar al conductor. Si el conductor no responde, frenan automáticamente para evitar el impacto o reducir los daños.
Este dispositivo detecta las líneas que delimitan el carril por el que se circula y la posición del vehículo y alerta al conductor cada vez que las pisa o las traspasa, aunque, eso sí, solo en caso de que no haya activado el intermitente.
Lo hemos oído infinidad de veces: si bebes, no conduzcas. Este dispositivo, que va conectado directamente al motor, está diseñado expresamente para que se cumpla esta máxima en seguridad vial. Conocido también como “alcolock”, su funcionamiento es muy sencillo: cada vez que un conductor se siente al volante, debe soplar por la boquilla del aparato para poder arrancar el motor, que no se accionará si se supera el límite de alcoholemia.
Un dispositivo encargado de registrar datos precisos de conducción para que, en caso de accidente, las autoridades puedan contar con la información necesaria para esclarecer los hechos.
Tal y como su propio nombre indica, se trata de un dispositivo que alerta, ya sea mediante señales acústicas o visuales, si un pasajero de la parte trasera del vehículo no se ha puesto el cinturón de seguridad.