Viajar al Polo Norte es de esas experiencias que le gustaría vivir a prácticamente la totalidad de la población. Ese lugar recóndito y frío es una de las zonas del mundo más desconocidas para la mayoría de la gente, aunque ahora unos afortunados podrían pasar unas mini vacaciones de lujo en la zona. Pero, ¿cómo se llega a una de las áreas más complicadas de todo el planeta? Pues nada más y nada menos que en un dirigible, esas gigantescas naves que tuvieron un gran protagonismo en las primeras décadas del siglo XX. El que se podría decir que es el más moderno de nuestra era, el Airlander 10, es el encargado de realizar la espectacular expedición al norte del planeta.
La empresa sueca Ocean Sky Cruises es la encargada de organizar este viaje de lujo, no apto para cualquier bolsillo, junto a Hybrid Air Vehicles. A la nave la conocemos un poco más, pues salió a la luz en 2016 como el avión más grande del mundo con una longitud de más de 90 metros que se imponen en los cielos fabricado en fibra de carbono. A pesar de sus impresionantes dimensiones, su interior solo alberga ocho habitaciones dobles disponibles para alojar a 16 pasajeros, y siete tripulantes, que contarán, eso sí, con todas las comodidades que se puedan imaginar y mucho más.
Los viajes que se organizan en este dirigible hasta el Polo Norte duran un total de 36 horas, poco más de un día que puede quedarse algo corto si tenemos en cuenta que el precio para dos personas ronda nada más y nada menos que los 90.000€. Sí, esa cifra estratosférica es el precio final que dos personas deben pagar para disfrutar de apenas un día y medio en el Polo Norte.
Entre sus características está su autonomía, capaz de llegar a los tres días surcando los cielos sin problema alguno con una altitud máxima de 3.000 metros, permitiendo ver a vista de pájaro todo lo que hay bajo los pies de los pasajeros. Además, puede alcanzar una velocidad de 111 km/h, por lo que comparada con otras naves no es precisamente la más rápida que podemos encontrar sobre las nubes, pero sí es un dirigible lleno de comodidades y de lo más seguro, pues cuenta con tela de poliaramida de fibra de Kevlar, que es la utilizada para los chalecos antibalas.
Ya lejos de sus características más técnicas o su exterior, está claro que lo que más interesa es su interior, qué es todo lo que ofrecen para que una expedición que no llega a durar dos días cueste esa cantidad de dinero. Las imágenes disponibles por el momento hablan por sí solas con esas impresionantes cristaleras para contemplar el paisaje o ese suelo acristalado no apto para quienes padecen vértigo desde donde se puede ver con claridad por dónde se está volando.
En cuanto a las habitaciones, esas camas está claro que ofrecen un sueño de lo más reparador. Mientras, los pasajeros compartirán la experiencia en exclusivas salas comunes en las que entretenerse durante el trayecto hasta el Polo Norte. Como no, uno de esos entretenimientos será la gastronomía, pues contarán con chefs de renombre que prepararán grandes platos inspirados en el Ártico y que serán un verdadero placer para cualquier paladar.
Una vez llegados al destino, la compañía ofrece una excursión por esa zona del Polo Norte que, sin duda, será un espectacular recuerdo para toda la vida. Aún así, por el momento hay que esperar a 2023, año en el que se espera que los primeros 16 pasajeros se embarquen en el Airlander 10 para esa primera expedición que saldrá de la localidad noruega de Longyearbyen.
Desde luego que este viaje es uno de los más espectaculares del mundo. Su brevedad se verá recompensada con la intensidad vivida al visitar el Polo Norte, uno de los lugares de más difícil acceso de todo el mundo. Y no se hará de cualquier manera, sino en un dirigible de lujo con todas las comodidades que se pueden imaginar. Un viaje premium no apto para cualquier cuenta bancaria.