Lo de ir a esquiar en invierno está genial, puedes ir con toda la familia o también con amigos y disfrutar al máximo de la montaña y de todo lo que se ofrece dentro y fuera de la pista, porque el après ski cada vez tiene más adeptos que convierten la montaña en un paraíso para muchos, en donde además de hacer deporte, disfrutan al máximo de un ambiente totalmente diferente al de la ciudad. Pero hay una modalidad no tan conocida que solo los más atrevidos practican: el heliesquí. Y no solo eso, hablamos del mejor sitio para hacerlo, y también el más lujoso, Groenlandia, la tierra de la nieve.
Pero, ¿qué es eso del heliesquí? Te decíamos que es solo para los más atrevidos porque se esquía fuera de las pistas, por lo que hay que tener experiencia y estar preparado para ello. Los amantes de esta práctica deben acceder a las cumbres por las que se deslizarán en helicóptero. Por supuesto, siempre irán acompañados de guías de montaña para la seguridad de ellos mismos, recuerda que sí, es tu deporte favorito, pero se práctica en sitios inaccesibles en los que hay que disfrutar, pero siempre con precaución.
Ya te lo adelantamos, uno de los lugares más recónditos, Groenlandia, es el lugar perfecto para esta modalidad de esquí. Eso sí, también se podría decir que es el más lujoso, un privilegio del que solo unos pocos afortunados puede presumir de vivir, pues cuesta nada más y nada menos que unos 750.000€ por semana. No es apto para cualquier bolsillo, pero te aseguramos que lo vale, es más, ha bajado de precio, pues antes costaba un millón de euros.
El alojamiento tiene lugar nada más y nada menos que en un yate de lujo con capacidad para 12 huéspedes, además de los 22 tripulantes a bordo para dar todos los servicios necesarios y una navegación espectacular durante los días que pases surcando las frías aguas árticas rodeadas de montañas nevadas y glaciares.
El MV Cloudbreak es el nombre que recibe el yate, capaz de alcanzar los 15 nudos de velocidad en pleno océano Ártico, una embarcación que cuenta con todas las comodidades que se pueden requerir. Además, como no, de su propio helipuerto del que se despegará para ir a practicar ese deporte que solo unos pocos afortunados tienen el placer de disfrutar en Groenlandia y contemplar desde las alturas todo su paisaje.
Se podría decir que esta embarcación es un hotel de lujo flotante en el que los seis camarotes que alojan a sus huéspedes cuentan con todo lo necesario y unas vistas espectaculares al entorno natural que los rodea. Terrazas, jacuzzis, gimnasio, chimeneas para el frío, piscina, saunas y hasta una sala de cine son solo algunas de las estancias que se pueden encontrar en su interior.
Y tras una jornada de heliesquí seguramente tu cuerpo termine completamente agotado, no es para menos. Por eso, a bordo cuentan con un fisioterapeuta y un profesor de yoga para preparar a los esquiadores antes de subirse al helicóptero para vivir una de sus mejores experiencias. Como no, a la vuelta puede que un masaje o aliviar los dolores que puedan surgir tras un día intenso sea la mejor opción para relajarse completamente.
La experiencia es de una semana, pero siete días en los que vivirás a cuerpo de rey y serás un afortunado que practicará heliesquí en uno de los lugares más privilegiados del planeta. Además de comer los grandes platos que se preparan en cocina, que serán una autentica revolución a tu paladar, y catar grandes vinos que acompañarán tus cenas más especiales en medio del Ártico, algo de lo que no todos pueden presumir.
Que Groenlandia sea el lugar más exclusivo no quita que se practique en otras zonas como Italia, Canadá, Estados Unidos o incluso España, lo que aquí habrá que esperar a los meses de invierno, pero en la misma estación de Baqueira Beret tienes la posibilidad de disfrutar de esta experiencia por un precio, te lo aseguramos, mucho más reducido.
Hay experiencias que solo se viven una vez en la vida y a veces hay que darse un capricho. Este puede ser algo caro, pero no nos cabe duda que si eres un amante del esquí y tienes experiencia, este es un viaje que no te puedes perder por nada del mundo.