El mundo del automóvil es capaz de sorprender cada día con nuevas ocurrencias, de las que la mayoría provienen de grandes marcas que no dudan en satisfacer las necesidades de sus exclusivos clientes o tirar de nostalgia con modelos de lo más personales basados en alguno de sus clásicos, un caso como el de la firma Bugatti. Para celebrar su aniversario, ya que cumple nada más y nada menos que 110 años, ha sacado un modelo nuevo: el Bugatti Baby II que parece apto solo para los más pequeños y los adolescentes pero que también va a enamorar a los adultos con ese singular encanto que desprende su diseño.
Esta versión es todo un homenaje al Bugatti Type 35 que llevó a la marca al éxito durante la década de los años 20 y que se reconoció como uno de los automóviles de carreras más exitosos de todos los tiempos, llegando a lograr la victoria en unas 2000 carreras a lo largo de su historia. En 1926, Ettore Bugatti y su hijo Jean decidieron construir un Type 35 más pequeño para su hijo menor, Roland, naciendo la versión bebé de este coche que, aunque en un principio iba a ser única, terminó siendo un coche oficial de la marca.
Por eso mismo, nada como una nueva versión del miembro más pequeño de la familia Bugatti para conmemorar su aniversario. Eso sí, quien quiera hacerse con él tendrá que darse prisa, pues su tirada será limitada a 500 coches, tal y como se hizo con su versión original hace casi 100 años. Cada versión será única, pues contará con una placa de plata maciza que incluye su número de chasis.
Esta réplica cuenta con varias diferencias, pues aquel primer Baby estaba diseñado para niños, mientras que esta nueva versión es tres cuartos el tamaño del Bugatti Type 35, pudiendo ser conducido por cualquier adolescente de más de 14 años y también por los adultos. Es decir, todas las generaciones de casa podrán disfrutar de su gran afición juntos, el motor.
Este nuevo modelo sale al mercado en tres versiones diferentes, un modelo base con baterías de 1’4 kWh, la versión intermedia con una batería superior de 2’8kWh y una carrocería de fibra de carbono, y a ellas se suma una versión expresamente hecha para coleccionistas que cuenta con una carrocería de aluminio que está fabricada a mano y para la que se han utilizado las mismas técnicas que se usaron para la del Type 35 original, dedicando más de 200 horas de trabajo para terminar cada una de estas piezas.
Al ser vehículos eléctricos su autonomía es importante, aunque teniendo en cuenta que no es un coche de grandes dimensiones esta no será excesivamente alta. Las versiones más básicas cuentan con unos 25 kilómetros de autonomía, mientras que los más top pueden llegar hasta los 50 kilómetros.
Respecto a su velocidad, el modelo más básico puede llegar a los 20 km/h en su modo de conducción principiante y hasta los 45 km/h en su modo experto. Sus versiones superiores también tienen ambos modos, pero pueden llegar a velocidades más altas, siendo su máxima los 70 km/h. Además, el motor se mantiene en el eje trasero y cuenta con frenos hidráulicos.
A pesar de que cada uno irá pintado con el azul francés Racing Blue, los compradores podrán realizar el pedido en otros colores, mientas que su asiento está forrado en cuero. Por su parte, cada uno incluye una insignia que conmemora el 110 aniversario de Bugatti.
Y, ¿cuál es su precio? Su modelo más básico asciende a 30.000€, mientras que la intermedia se eleva hasta los 43.500€. Su modelo más top, en cambio, asciende a los 58.500€ y cabe destacar que, cuando se anunció su producción en 2019 todas las unidades ya estaban vendidas, así que hacerse con uno es una tarea más que difícil, pero quién sabe lo que se puede encontrar en el mercado de segunda mano.