Pocos mundos más solidarios, gregarios y festivos que el de la moto podemos encontrar hoy en día en nuestra sociedad. Las tradicionales ráfagas que hasta hace dos o tres décadas era el saludo motero por excelencia, hasta que fueron prohibidas porque podían servir para alertar de puntos de control de la Guardia Civil y se cambiaron por las más inofensivas uves (hacer el símbolo de la victoria con los dedos de la mano izquierda), significaban, literalmente, que ahí tenías un compañero por si necesitabas algo, una ayuda en carretera en caso de necesidad.
Para sentir ese compañerismo, esa camaradería que destila el apasionado mundo de las dos ruedas, nada mejor que acudir a un Gran Premio de MotoGP o, mucho mejor, acudir a una de las muchas concentraciones moteras que se celebran tanto en nuestro país, bendecido por un clima benigno a base de sol y calor, o si te animas, a las que hay fuera de nuestras fronteras y que pueden ser realmente fascinantes por sus peculiaridades y sus códigos que, a veces, a los muy moteros escapan.
Concentraciones moteras hay muchas, muchísimas; más que muchas y muchas más que más. Aquí te nombramos y comentamos las 10 nacionales que nos han parecido más significativas, curiosas o, por supuesto, multitudinarias. Amigos de Uppers, ya no tienes excusa para sacar brillo a tu hierro y vivir la moto desde una perspectiva aún más lúdica y fraternal.
La segunda semana de enero tiene una cita obligada para los que tienen amor infinito por la moto y una resistencia espectacular al frío de la meseta norte castellana. Más de 35 años lleva Valladolid y alrededores acogiendo a miles y miles de moteros que acampan al raso y soportan gélidas temperaturas junto a sus máquinas para celebrar lo que para muchos es casi una religión, esta fraternidad sobre dos ruedas que trasciende los océanos y la misma razón. No es raro que se junten más de 35.000 motos procedentes no sólo de España, sino de toda Europa.
Rivalizando con Pingüinos y relativamente cerca geográficamente, incluso compartiendo fechas, está la concentración La Leyenda Continúa, en Cantalejo, Segovia, desde 1977, donde se celebra durante un fin de semana la exaltación del amor a las motos, dejando claro que el frío y temperaturas bajo cero no detienen a los que sienten por su máquina algo especial. Homenajes, desfiles, conciertos, cenas comunales… no falta aquí nada de lo que suele haber en el evento vecino, amén de rutas organizadas para descubrir espectaculares paisajes de la sierra segoviana.
A rebufo de Pingüinos y Cantalejo, en concreto la semana siguiente de enero, la tercera, se celebra Motauros, que acaba de cumplir 20 años. La degustación del tradicional ‘caldo motero’ es ya una norma festiva en Tordesillas, Valladolid, aunque cada vez más en estos eventos se apuesta por un show erótico como punto de interés y captación de nuevos motauros. Acrobacias, stunt, música… entretenimiento no falta.
En junio y en Gijón se concentran desde hace ya tiempo muchos moteros para disfrutar de paisajes que te ayudan a evadirte y desconectar del día a día, además ya con buen tiempo. Asturfénix es una concentración conocida por su tradicional queimada y su conjuro nocturno para no faltar a las ancestrales tradiciones astures. Juegos, competiciones y trofeos también tienen su sitio en este festival motero.
Gastronomía y rutas espectaculares se citan en estos tres días de junio- julio en la provincia de Lugo, justo donde acaba Galicia y empieza Asturias. Los más puristas dicen que es de las mejores que se celebran en nuestro país, y una de las primeras a las que debes acudir si quieres iniciarte en este apasionante universo de las concentraciones moteras.
Hasta esta localidad cordobesa llegan cientos de moteros cada año para disfrutar de las distintas actividades y concursos que se organizan. Habilidad en circuito de obstáculos, degustación de potajes, torneo de chistes… todo vale para pasar un rato agradable sobre dos ruedas al sur de España.
A finales de marzo y primeros de abril los amantes de las dos ruedas se desperezan de su letargo y bajan a Almería para disfrutar de buenas rutas, concurso de motos clásicas, regalos, sorteos, juegos, conciertos, paella y paseo de antorchas. Es la decimocuarta edición de una cita prácticamente inexcusable para los amantes de las motos que han permanecido bajo techo durante el frío invierno.
A finales de marzo y primeros de abril los amantes de las dos ruedas se desperezan de su letargo y bajan a Almería para disfrutar de buenas rutas, concurso de motos clásicas, regalos, sorteos, juegos, conciertos, paella y paseo de antorchas. Es la decimocuarta edición de una cita prácticamente inexcusable para los amantes de las motos que han permanecido bajo techo durante el frío invierno.
Difícil elegir una concentración motera en el mes de julio, pues son unas pocas las que se organizan en nuestra piel de toro. Puestos a elegir, nos quedamos con una que se celebra en un entorno espectacular como es el Lago de Sanabria, en Zamora, un lugar perfecto para desconectar, hacer un trekking con vistas increíbles y degustar, como casi siempre, buena y contundente mesa. Subir en un largo desfile desde el lago hasta la Laguna de los Peces con antorchas y disfrutar de una buena zona de acampada es clave en este evento que en 2020 celebrará su edición número 28.
Es ya una tradición para dar por terminado el verano. A mediados de octubre tienes una cita casi obligada en Asturias en la undécima edición de Los Pistones de Llanera. La fiesta non stop, con conciertos casi sin parar, caracteriza a una quedada en la que no falta una gastronomía espectacular, amén de rutas por el corazón de Asturias que es imposible que te dejen indiferente.
Como Bonus Track, las propias marcas de motos organizan concentraciones y eventos para los fieles, aunque suelen estar abiertos para todo el mundo lleven la moto que lleven. Así, en el mes de julio, Barcelona es cita y parada obligatoria para los harleystas. El que suscribe ha tenido el honor de participar en los Harley Days y encabezar su mítico desfile de banderas. La ciudad condal se transforma por completo con miles de Harleys por las calles que ponen una banda sonora a la capital catalana que no deja indiferente a nadie.
También BMW organiza un sinfín de eventos y también he tenido el honor de participar en varios de ellos, como el BMW Motorrad Days, que en septiembre reúne a sus fieles, hasta hace poco en Formigal y ahora en Sabiñánigo, con espectáculos stunt, facilidades para probar toda su gama, conciertos, desfiles y comidas de hermandad. Con menos años de historia pero ya instaurada en muchos calendarios está el PuntApunta, que este mayo celebrará su séptima edición y tiene como objetivo, en tres días, atravesar la península de costa a costa, variando cada año el punto de inicio y el de final. Cuatro llevo a mis espaldas y, con franqueza, la organización es brutal, aunque el presupuesto está acorde con el precio de las máquinas bávaras.
Y aunque es internacional y protagonizará la segunda entrega de estas concentraciones moteras fuera de nuestras fronteras, en Faro, en el Algarve portugués, hay una cita de grandísima envergadura muy cerca de nuestro país que moviliza a moteros de todo el mundo en el mes de julio. Miles y miles de motos llegan hasta ese punto para acaparar la atención de toda la zona turística y exaltar el mundo de las dos ruedas como se merece. Imperdible.