Media España se va a despertar hoy con nieve. Las nevadas en el sistema central han empezado de madrugada y a primera hora de la mañana muchas carreteras de la mitad norte del país estaban ya cubiertas. Además, se esperan temperaturas que pueden llegar a los 10 grados bajo cero. A la hora de lanzarnos a la carretera hay muchos consejos tanto de conducción como de prevención que no siempre conocemos y que, si nos pilla la nevada ya en la carretera, puede ser tarde.
Son básicas para casi cualquier momento de la conducción que no sea día soleado a media mañana. Tanto en horas de media luz (amanacer o atardecer), con lluvia, niebla o cualquier tipo de precipitación, ver bien y ser visto es uno de los lemas que la DGT tiene como dogma. No te preocupes solo de las delanteras, que son las que casi todo el mundo considera más importantes. Es esencial comprobar que tanto las traseras como las antibiebla y las de frenado alumbran correctamente.
Es importante comprobar el estado general del vehículo y especialmente elementos que ante una nevada ayuden a ganar en visibilidad. Chequear que los limpiaparabrisas funcionan y que tienes líquido es clave. También lo es la luneta térmica (sí, las rayas paralelas de color negro que hay en el cristal trasero).
Adecuado a la distancia que vamos a recorrer. Hay muchos conductores que suelen apurar el depósito hasta la última raya. En episodios de nieve, puede ser peligroso. El corte de una carretera y el desvío a rutas alternativas puede implicar muchos kilómetros extra a la ruta prevista. En estos casos, es esencial la tranquilidad de conducir sabiendo que no te vas a quedar sin combustible. Un circunstancia, por cierto, que puede acarrear multa. No por el hecho de haberte quedado sin gasolina, sino por tener que estacionar en un lugar donde con toda seguridad estará prohibido.
Tanto la elección (siempre ruedas de invierno si vives en zonas de montaña donde será habitual que tengas que conducir por nieve) como el mantenimiento son esenciales en episodios invernales. Chequear la presión antes de salir es clave. Como lo es también asegurarte de llevar rueda de repuesto en buen estado y todo lo necesario para cambiarla.
Tres, fundamentales. Aceite, frenos y circuito del agua (con anticongelante). Revísalos antes de que empiece lo más duro del invierno. Si dudas sobre cómo hacerlo, llévalo a tu mecánico de confianza, apenas le llevará unos minutos.
Conducir sobre nieve, incluso sobre una capa fina de pocos centímetros, es difícil. Sin cadenas o sin neumáticos específicos de inviernos, muy difícil. A la más mínima pendiente es muy habitual que las ruedas patinen, que los frenos no respondan y que suframos con impotencia la pérdida de control del vehículo con el riesgo para nosotros mismos y para otros que eso implica. Por eso es importante tener en cuenta lo siguiente:
- Mantener una distancia de seguridad especialmente amplia. Un vehículo que patina sobre la nieve exigirá unos segundos de calma para pensar en todo lo que debemos hacer para recuperar el control. Una distancia de seguridad especialmente alta puede suponer la diferencia entre hacernos con el coche y poder pararlo o chocar con el vehículo de enfrente.
- Circular con marchas largas. Es importante entender cómo funcionan las marchas. Las más cortas (primera y marcha atrás) tienen mucha fuerza pero también tienden a patinar más en terrenos blandos. Aprender a salir en segunda e incluso meter tercera enseguida (aunque notemos que el coche va bajo de revoluciones) ayudará a que el vehículo no patine y los neumáticos logren rodar sobre la carretera nevada para avanzar.
- No pisar el freno. Ante la pérdida de control del coche, especialmente en pendientes, es importante usar otras formas de controlar la velocidad que no sean pisar los frenos. De entrada, la velocidad deberá ser exageradamente más corta de lo habitual. Además, en el caso de tener que frenar el coche, es preferible intentar reducir de marcha (de tercera a segunda, de segunda a primera) teniendo en cuenta eso sí, que debemos mantener el pisado embargue le menor tiempo posible pues al accionarlo dejamos el motor sin retención y, por ejemplo en pendiente, hará que se acelere más. Otro punto importante es que si al frenar las ruedas patinan, hay que soltar el pedalinmediatamente hasta notar que recuperamos adherencia y entonces volver a intentarlo si es imprescindible. Por último, ante la necesidad de pisar el freno, asegurémonos de tener las ruedas rectas, frenar con el volante a medio giro puede hacer también que perdamos el control del coche.
AbrigoLlevar buenas prendas de abrigo, incluso alguna manta, no está de más. Ante el improbable (pero posible) caso de tener que esperar varias horas bloqueados por un corte de carretera, agradecerás tener prendas con las que entrar en calor dentro del vehículo.
Cargador de móvilDurante episodios de alerta por nieves no solo es esencial llevar le móvil cargado, también lo es dotarnos de un sistema que permita cargar el teléfono durante el viaje. Ante una imposibilidad de seguir avanzando y tener que esperar a que limpien la carretera o por accidente, es necesario asegurarnos de que tendremos varias horas de batería.
Hay otros muchos elementos que son necesarios en cualquier época del año pero que se hacen especialmente importantes en episodios invernales. Chalecos reflectantes, triángulos, linternas y comida y bebida para posibles cortes de carretera.
Es el punto más obvio y a la vez el más importante. Perder diez minutos para consultar el tiempo y el estado de la carretera podrá advertirte de posibles cortes o complicaciones en tu ruta. Si el viaje no es imprescindible, evita las vías sobre las que haya ya avisos de nieve o heladas (temperaturas por debajo de 0 grados).