Dónde habrá quedado aquel olor a nuevo y a tapicería sin estrenar de cuando te compraste el coche. Los primeros meses lo mantenías impoluto, pero poco a poco con el trabajo, los niños y todo de lo que te tienes que ocupar lo has ido abandonando. Papeles, bolsas, envases o migas de las meriendas de tus hijos o nietos, sin querer se te ha ido acumulando basura en el interior del coche. Y no solo eso, también alguna que otra mancha que por no quitarla a tiempo ha dejado su olor impregnado en el asiento. Parece que después de mucho, ha llegado el momento, no solo de dejar limpio el coche por fuera, sino también de hacerlo por dentro, ¿no crees?
Limpiar bien el interior del vehículo no solo te da una gran satisfacción cada vez que te subas en él, sino que también te servirá como mantenimiento. Si está limpio, será más complicado que la tapicería se estropee o que las alfombrillas empiecen a romperse. Así que va siendo la hora de sacar un rato cada cierto tiempo para dejar el interior de tu coche limpio y reluciente, como si acabase de salir del concesionario.
Por supuesto, el primer paso si quieres dejar el interior limpio y sin malos olores es retirar toda la basura. Paquetes de patatas, latas de refresco, bolsas, el juguete que tu hijo perdió hace unos meses… Todo eso ya lo has sacado. Ahora lo mejor es que le pases la aspiradora, si no tienes un garaje en el que hacerlo puedes utilizar las de las gasolineras. Con la aspiradora vas a poder quitar todas las migas de las meriendas de los niños antes de ir a clases particulares, el polvo que se ha ido acumulando con el tiempo o los pelos que el perro suelta cada vez que lo llevas al veterinario o al parque.
De repente tu coche es otro. Por fin está ordenado, sin nada tirado. Ya parece un coche normal. Pero esto no va a ser suficiente. Con toda la suciedad fuera, aún quedan olores que no es que sean muy agradables, por lo que la limpieza en profundidad debe continuar si quieres que tu coche quede como nuevo.
Ahora que tu coche está limpio queda ese olor que no es agradable, pero el ambientador no consigue deshacerse de él. Por eso, te damos algunos trucos con los que dirás adiós a los malos olores en el interior, sea el olor a tu perro, el de orina de tu hijo, a vómito, o después de que algún bote se derramase tras hacer la compra. Con un paño y agua y jabón puedes dejar todo reluciente, pero puede que no sea suficiente para los malos olores.
El vinagre blanco es una opción magnífica para deshacerte de los olores. Mezclado con agua, humedeces un paño y a limpiar tanto la tapicería como las alfombrillas, cuando lo tengas todo bien repasado, deja que haga su efecto, pero si tus asientos son de tela, mejor que dejes las ventanillas bajadas para que pueda secarse correctamente. Si el vinagre te ha sorprendido, más lo hará el bicarbonato de sodio.
Es bastante efectivo para quitar muchos tipos de olores. Este método consiste en espolvorearlo por tu coche y dejarlo actuar una noche. Tras unas horas, tendrás que aspirar los restos de bicarbonato y verás como los malos olores han dicho adiós a tu coche.
Pero claro, ahora te queda mantener tu vehículo sin malos olores. Así que nada de acumular basura en el interior, ventílalo bien y coloca algún ambientador de un olor que te sea agradable. Puede ser de los que cuelgas en el retrovisor o de los que colocas en la salida del aire acondicionado. Ten en cuenta que esos, si enciendes el aire, van a impregnar todo el interior con su olor, así que lo mejor es que te guste.
Una última opción. Si no tienes tiempo o eres de esos a los que no les gusta los trucos caseros, siempre puedes llevar a tu coche a un servicio de limpieza especializado que te lo dejará como nuevo. Eso sí, te va a salir algo más caro, pero te aseguras su limpieza al 100%.
Mantén el coche ventilado, coloca algún ambientador y procura que no se acumule basura o restos de cosas en el interior. Pequeños hábitos que lograrán que se mantenga limpio y no se deteriore. Y lo más importante, te permitirá conducir mucho mejor, sin estar pendiente de dónde viene ese molesto olor.