Si estás pensando en cambiar de vehículo posiblemente haya pasado por tu cabeza comprarte un coche híbrido para contaminar menos y, de paso, tener la etiqueta ECO de la DGT. Sin embargo, la decisión no es sencilla por la amplia oferta que hay, sobre todo ahora que, además, han sacado al mercado los 'mild-hybrids', ¿pero contaminan estos menos que un diésel o gasolina o solo el nombre es solo una herramienta de marketing para vender más? Lo analizamos.
Las ventas de vehículos eléctricos cayeron un 33,4% durante diciembre de 2019 y los híbridos enchufables un 2,5% respecto al mismo periodo del año pasado, según datos de la patronal ANFAC. Los datos de estos dos modelos, que reciben la etiqueta CERO emisiones que otorga la DGT, difiere completamente con la de los vehículos con tecnología híbrida no enchufable, que tienen etiqueta ECO, y que alcanzaron las 11.360 unidades matriculadas, con una subida del 87,8% respecto al mismo mes de 2018. ¿Pero este número significa que la industria ahora es más limpia, que se emite menos contaminación en la atmósfera?
En 2020, la Unión Europea obliga a las marcas fabricantes de vehículos a un límite de emisiones de 95 g/km2 de CO2 en toda su gama, lo que les está haciendo buscar nuevas fórmulas para cumplir con la normativa y evitar sanciones importantes.
Uno de estos 'trucos' ha sido la creación de los coches 'mild-hybrid' o microhíbridos. Disponen de baterías híbridas pequeñas, que no suelen pasar los 48V de potencia, y cuya parte eléctrica no contaminante únicamente tiene la función de controlar algunas funciones del coche como la radio, los elevalunas, el aire acondicionado o el ABS. Además, ayudan al motor de combustión al encendido y apagado, pero, en definitiva, estos micro-motores no impulsan el coche porque no tienen la suficiente energía; de ello se encargan los motores habituales de gasolina o diésel.
Y esto ha causado revuelo. "Por si los híbridos convencionales no fueran suficiente engaño, sacaron los mild-Hybrids (48V). Si los híbridos tenían una batería como la de una bici eléctrica (autonomía de 1 km), estos la tienen como la de un patinete y no son capaces de moverse en eléctrico ni un metro", explica Luis Ovalle ingeniero experto en movilidad sostenible.
Sin embargo, como analiza Ovalle en su cuenta de Twitter, "el escándalo no se queda ahí. Ahora están sacando mild-Hybrids con batería de 12V, como la de un PC portátil". ¿Es legal y ético que un coche sea ECO solo por llevar un motor eléctrico mínimo? Ahí está el debate.
Los datos de la patronal del vehículo, ANFAC, son claros: 11.360 híbridos convencionales matriculados en diciembre de 2019, con etiqueta ECO para poder acceder a Madrid 360 o a la ZEB de Barcelona. Para Ovalle, sin embargo, esto responde a una actitud por parte de los fabricantes de "ordeñar la vaca un poco más mientras hacen la transición a lo eléctrico porque, por el momento, quieren seguir manteniendo los motores de combustión".
El mensaje de ANFAC es diametralmente opuesto al de este ingeniero. "Todos los coches montan las baterías que la normativa pide", comenta Noemi Navas, directora de comunicación de la patronal. "Los coches que tienen etiqueta ECO cumplen con los requisitos para tener ese tipo de etiquetas y en absoluto hacen ninguna trampa ni están falseados ni son fraudulentos. Otra cosa es que en un momento dado haya que reflexionar sobre el etiquetado de la DGT", explica para Uppers.
Sin embargo, para Navas este etiquetado ha sido positivo, en general, para el sector y la población, porque ha ayudado a homogeneizar y a categorizar a los coches, algo que antes no se hacía. "Todas las herramientas son mejorables, pero tampoco hay que denostar estos coches porque se hagan un mal uso de ellos: si no lo cargas no es problema del fabricante sino del usuario", apostillan desde ANFAC.
La etiqueta ECO de la DGT permite que bajo su paraguas entren vehículos híbridos enchufables con autonomía menor a 40km, vehículos híbridos no enchufables (HEV), vehículos propulsados por gas natural y vehículos propulsados por gas natural comprimido (GNC) o gas licuado del petróleo (GLP).
Un amplio abanico que ha permitido que los fabricantes encuentren una 'grieta' en la expresión "autonomía menor a 40 kilómetros" para introducir esas baterías casi simbólicas pero que sirven como atractivo de marketing y, además, permite entrar en las zonas de bajas emisiones de las ciudades.
Un estudio realizado por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) demostró que muchos vehículos con etiquetado ECO consumían más que otros con motores de combustión habitual, como se ve en la siguiente gráfica.
"Todos los coches nuevos", explica Navas, de ANFAC, "incluyen reducciones de hasta el 85% en emisión de gases NOx respecto a un coche de hace 10 años, y una reducción del 99% en partículas, que son emisiones perjudiciales para la salud; los coches son hoy en día mucho más eficientes en consumo porque las tecnologías que tienen son mejores", concluye.