A estas alturas ya sabrás que solo hay dos situaciones en las que puedes ir sin mascarilla dentro de tu coche. Cuando viajas solo o cuando lo haces con convivientes. En el resto de supuestos, al igual que cuando estás en espacios públicos, su utilización es obligatoria. No obstante, si cumples alguna de las dos primeras condiciones, no pienses que al subir al vehículo puedes quitarte el cubre bocas y dejarlo en cualquier sitio. Esa mala praxis te costará, exactamente, 100 euros. Existe un lugar idóneo para colocarlo y también una forma de guardarlo. Te contamos cuál es.
Probablemente hayas visto a más de uno colgar la mascarilla del retrovisor. O quizá dejarla sobre el salpicadero. Ambas prácticas se consideran una infracción. Siguiendo lo establecido en el artículo 18 del Reglamento General de Circulación, "el conductor de un vehículo está obligado a mantener su propia libertad de movimientos, el campo necesario de visión y la atención permanente a la conducción, que garanticen su propia seguridad, la del resto de los ocupantes del vehículo y la de los demás usuarios de la vía”, algo que con estos supuestos no se cumple y la sanción es de 100 euros.
Lo idóneo es guardarla en un porta mascarillas o en una bolsa de papel para que no se contamine y hacerlo siempre después de haber usado gel hidroalcohólico en las manos. En cuanto al lugar perfecto debe ser en uno donde quede sujeto y no haya peligro de que se mueva. Por lo tanto, la guantera, el hueco que hay al lado de la puerta o dentro de la mochila o bolso que lleves, serán opciones ideales que no podrán en riesgo ni tu seguridad ni la de los que te rodean.
Además de estos 100 euros derivados de guardar la mascarilla mal dentro del vehículo, existen otras sanciones relacionadas con la pandemia. Por ejemplo, la multa por no llevarla puesta cuando realmente sí que deberías, es decir, cuando vas acompañado de personas con las que no convives, asciende a 100 euros.
Otro de los motivos por los que un agente te puede imponer una notificación, es tirarla por la ventanilla. Sabemos que no se te pasa por la cabeza hacerlo, pero por si acaso te alertamos. Según la Guardia Civil, la cuantía puede ascender hasta los 3000 euros; una sanción mucho más elevada que la que contempla la DGT para el resto de los objetos lanzados a través del cristal, como las colillas, eso sí, siguiendo la normativa, además de lo económico, podrás perder cuatro puntos del carnet de conducir.
A priori, puede salvarte de muchos apuros. Sales de casa con prisa, bajas al garaje y te subes al coche. Sales pitando y te das cuenta de que vas sin mascarilla. Tener una a mano, puede librarte de una buena multa, por no hablar de la dificultad que supone intentar comprar una sin llevar la nariz y la boca ya cubiertas. Sin embargo, esta práctica también entraña riesgos.
El principal es perder la cuenta de cuántas veces la has utilizado y cuánto tiempo lleva ahí. Recordamos que la efectividad de una mascarilla higiénica es de cuatro horas y que, para que cumpla su cometido, debe estar correctamente guardada para asegurarnos de que no se ha contaminado. Si la llevamos en la guantera suelta, en un asiento trasero o incluso tirada en el suelo, no sirve absolutamente para nada.