La tecnología cumple una función cada vez más importante en nuestra rutina. Incluso personas que antes eran reticentes a valerse de lo digital han terminado incorporándolo a su día a día. En la actualidad tenemos a nuestra disposición muchos accesorios tecnológicos que nos ayudan a hacernos la vida más fácil y tranquila a los mayores de 50 años; gadgets y dispositivos específicos de manejo sencillo e intuitivo que se han convertido en nuestros aliados en el hogar, en el trabajo y en los momentos de ocio.
A partir de cierta edad los problemas de salud son más frecuentes, tendemos a olvidar ciertas cosas y, en general, nos preocupamos más por nuestra seguridad. Por suerte, hay una serie de dispositivos que son ideales para resolver las dificultades que nos preocupan a los séniors. Estos son algunos de los que más utilizamos:
El reloj inteligente es uno de los aparatos tecnológicos más populares porque nos ayuda a mantenernos activos, monitorizar nuestra salud, horas de sueño y ejercicio diario que realizamos. Es conveniente que este wearable sea moderadamente resistente al agua y que su autonomía nos permita olvidarnos de su carga durante varios días. Que se pueda ver bien y tenga una tipografía clara es también fundamental. Si somos más ambiciosos podemos elegir extras como la medición de oxígeno en sangre o el GPS para tener más clara nuestra localización.
Es una de las grandes revoluciones tecnológicas de los últimos tiempos y su uso se ha disparado entre los adultos, especialmente a raíz de la pandemia. Funcionan como una especie de asistente personal al que podemos hacer preguntas, pedirle información sobre el tiempo, que nos recuerde asuntos importantes de nuestra agenda, que nos ayude a manejar nuestros electrodomésticos o nos facilite las gestiones bancarias. Hay de muchas gamas y ni siquiera hace falta que optemos por un modelo caro para que nos resulte muy útil. Pronunciando una sola palabra podemos tener toda la información que necesitemos, sin mayores complicaciones.
Las tablets son los dispositivos preferidos por los adultos senior para navegar en internet. Sus dimensiones, superiores a las de un smartphone, le convierten en un soporte más cómodo para videollamadas con los hijos o los nietos, y además, son ideales para consumir contenidos de entretenimiento debido a su pantalla más grande. Además, son más manejables que un PC o un portátil, por lo que pueden ser trasladados de un lado a otro sin miedo. La interfaz clara, fácil de usar y de entender, también es un punto a favor de este aparato. Si se le añaden aplicaciones básicas su función no tiene nada que envidiar a la de un teléfono móvil.
Es un hecho que con los años perdemos agudeza visual, parece la vista cansada y aumentan la miopía y el astigmatismo. Pero esos problemas no deberían hacernos perder el hábito de la lectura, una de las actividades que más ayudan a mantener el cerebro activo. Una solución ideal para seguir disfrutando de de la lectura la proporcionan los libros electrónicos, dispositivos que permiten elegir el tamaño de letra, el nivel de intensidad y la temperatura de luz de la pantalla, ofreciendo la experiencia de lectura más cómoda posible.
Este gagdet es uno de los más útiles para aquellos que pasamos la mayor parte del día fuera de casa y corremos el riesgo de que nuestro smartphone se quede sin batería. En esos casos, un cargador portátil es una de las mejores opciones para evitar quedarnos sin móvil cuando más lo necesitamos, sobre todo en una época en la que las baterías suelen descargarse mucho más rápido que antaño. Hay modelos que pueden tardar la mitad que otros en cargar tu teléfono, así que cuanto mayor sea el número de amperios que presenta, más rápida será la carga. Es recomendable que llegue a los 2.4.
Un detector de humo puede salvarnos la vida. Se trata de un equipo diseñado para detectar la presencia de un foco de fuego en el hogar y avisar del peligro de incendio emitiendo una señal acústica. Existen dos tipos: los detectores iónicos y los ópticos. Ambos son sensibles a los humos de combustión, aunque los iónicos lo son algo más que el resto. Normalmente, no es suficiente con un solo detector para toda la casa. Lo más recomendable es tener uno por habitación, aunque un solo detector en el pasillo junto a la cocina ya puede marcar la diferencia.
Estos aparatos han protagonizado otra revolución tecnológica en el hogar. Gracias a ellos ya no tenemos por qué agacharnos ni colocarnos en posturas peligrosas para llegar a rincones de acceso complicado, como debajo de la cama, de los armarios o de los sillones. Los robots aspiradores por WiFi mantienen la casa libre de suciedad de forma automática y muy sencilla. Lo hacen de forma más rápida y ofrecen varios modos de limpieza: barrido, aspiración o fregado.
Este aparato se compone de un transmisor y varios receptores que podemos colocar en aquellos objetos que tendemos a perder más fácilmente. Incluso podemos utilizarlos en nuestras mascotas. Con ellos no tendremos que buscar por toda la casa ese juego de llaves que no termina de aparecer. Basta con una señal acústica para advertirnos de su localización. Estos receptores también pueden colgarse en el collar de nuestras mascotas para hallar con exactitud su ubicación cuando se empeñan en no estar visibles.