A diario nos asaltan con todo tipo de consejos relacionados con el cuidado capilar que nos aprendemos a conciencia con tal de lucir ese pelo brillante, sedoso y libre como el del vídeo. Sin embargo, de vez en cuando hay que revisar esas recomendaciones y acudir a los expertos porque el resultado no acaba de ser tan increíble y satisfactorio como se esperaba. Dejando a un lado los cosméticos capilares, se ha puesto de moda utilizar el agua a una temperatura muy baja sobre todo en el aclarado. Pero ¿es bueno lavarse el pelo con agua fría? En Uppers hemos recurrido a una dermatóloga para salir de dudas.
En lo que respecta a la temperatura del agua a la hora de lavarse el pelo la experta expone dos premisas:
A partir de aquí, el proceso de lavado del cabello poniendo el foco de atención en la temperatura debe empezarse por utilizar agua templada, ni caliente ni fría, al contrario de lo que recomiendan muchas voces. Con el hecho de usar agua muy caliente se corren varios riesgos:
La experta destaca que con todo ello el cabello se debe lavar y enjuagar con agua templada, en concreto, a unos 20º C. Una vez dentro de la ducha, para acertar se puede colocar la palma de la mano bajo el agua hasta notarla agradable. El agua templada tiene suficiente “poder” como para arrastrar todos los residuos y los restos de contaminación.
El agua fría sí que es recomendable como último paso del lavado del pelo, según la dermatóloga, pero tal como ha explicado, después de retirar el champú, el acondicionador o la mascarilla con agua templada.
La razón del uso del agua fría está en que sella las escamas de las fibras capilares alisando la cutícula. Esta es la capa exterior del cabello y se compone de capas de queratina, que son escamas superpuestas en una alineación vertical. La cutícula se mantiene cerrada protegiendo a las capas interiores lo que da lugar a un pelo sano y en consecuencia se transforma en esa melena tan deseada. De este modo, el agua fría, como último paso del lavado, aporta los siguientes beneficios: