Las canas están de moda. Una maravilla que permite dejar de teñirse constantemente para disimular la raya si uno quiere, aunque para lucirlas en todo su esplendor nadie se libra de seguir cuidándose la melena. En caso contrario las canas pierden brillo, se apagan, se deshidratan, se abren las puntas y se parten con facilidad. En Uppers hemos investigado cómo evitar que las canas se vuelvan secas y quebradizas. Cuando el pelo se ha blanqueado o empiezan a aparecer las primeras canas, más que nunca hay que mimarlo para que luzca increíble, sedoso, con movimiento, volumen y lleno de luz.
Para empezar hay que saber la razón por la que el pelo se vuelve blanco y por qué en unas personas sucede mucho antes que en otras. Las protagonistas en este caso son la genética, ante la que poco se puede hacer, y la melanina, el pigmento que se almacena en el pelo y en la piel.
Las células que tienen la función de producir la melanina son los melanocitos, que viven en los folículos pilosos y a su vez se asientan sobre las células madre. El envejecimiento natural genera la muerte de las células madre de modo que los melanocitos no pueden seguir produciendo melanina y, por ello, el pelo nuevo crece sin pigmento. De todos modos, las costumbres, los hábitos y la forma de vida de cada individuo influye en la producción de melanina.
Es decir, el estrés puede afectar al funcionamiento del metabolismo y provocar cambios hormonales que repercuten en los niveles de producción de melanina. También afectan la alimentación, determinadas enfermedades, el tabaquismo, el consumo de alcohol, la falta continuada de higiene y cuidado capilar, el exceso de calor (agua caliente y secador) o el abuso de tintes y permanentes. Por supuesto que la genética manda en el cuero cabelludo a la hora de colorear de blanco la melena pero todos estos condicionantes enumerados aceleran el proceso.
Tener canas es un síntoma de cumplir años y actualmente se llevan con orgullo. Pero hay que dedicarles atención para no correr el riesgo de que luzcan sin vida, sin brillo y deshidratadas. De este modo, existen una serie de consejos para cuidar la melena y sus canas para que no se vuelvan secas y quebradizas, sino que formen una melena envidiable.
Hay diferentes tipos de canas con lo cual hay que acomodar la rutina capilar a sus características. Lo habitual es creer que las canas nacen en un pelo seco, quebradizo debilitado y fosco pero también aparecen en un cabello con tendencia a engrasarse. El primer paso es contar con un diagnóstico certero del tipo de cana. Ante la duda se recomienda acudir a un profesional en una peluquería de confianza.
El cabello cano rebelde y seco obliga a utilizar cosméticos capilares para cabello encrespado que aportan un plus de hidratación. Por su parte, la melena cana más lacia con tendencia a engrasarse fácilmente responde muy bien a los tratamientos para cabellos lisos. Son aquellos con ingredientes equilibradores y purificantes sobre todo que no irritan porque al contrario generarían una mayor producción de grasa.
Lo recomendable es cumplir con una rutina capilar en tres pasos:
La oxidación del cabello provoca que las canas pierdan su blanco natural y adquieran un tono amarillento. Esta coloración que afea la melena se puede solucionar utilizando un champú, un acondicionador o una mascarilla que incluya en su composición pigmentos violetas o azules. El experto apunta que es importante no abusar de estos cosméticos porque el exceso de pigmentos de color provoca una pérdida de brillo y de naturalidad. De este modo, cada uno debe encontrar la periodicidad adecuada para aplicarlos: una vez a la semana, cada quince días, mensualmente…
Igualmente se recomienda mantener el corte de pelo a raya con las puntas bien perfiladas. De este modo crece más sano y fuerte. En cuanto al corte, la tendencia es la media melena siempre que se cuide cumpliendo con estas recomendaciones. A su vez se apuesta por el flequillo porque ilumina el rostro.
Otro de los consejos del profesional es matizar el color para potenciar la belleza y el brillo de la cana natural. La matización se debe realizar en un salón de belleza y consiste en aplicar una coloración con un oxidante de volúmenes bajos y con pigmentos que neutralicen los reflejos indeseados. Este matiz trabaja en las capas superficiales del cabello de forma que tan solo modifica el color en las zonas tratadas con la decoloración.
Cuando empiezan a aparecer las primeras canas y todavía una gran parte de la melena mantiene su color inicial la recomendación es integrarlas. La idea es realizar mechas, por ejemplo, en dos colores adecuados a la base y que se mezclen con las canas. A medida que la cana vaya llamando más la atención se pueden llevar a cabo todos los consejos enumerados.