Beckham, Ronaldo y Piqué: así les va a tres exfutbolistas como propietarios de clubes
El inglés acaba de fichar a Messi y el Inter Miami ya vale, según Forbes, más de 600 millones de dólares
‘El Fenómeno’ tuvo la venta del Valladolid en su mano, pero el descenso lo ha complicado todo
Piqué continúa dando pasos firmes adelante con el Andorra, al que ha consolidado en Segunda división
David Beckham (48), Ronaldo Nazario (46) y Gerard Piqué (36). Tres auténticas leyendas del fútbol mundial con un palmarés difícilmente igualable (Mundiales, Champions y Ligas les contemplan) y con algo en común que les une desde hace exactamente un lustro. Los tres dieron un paso al frente en sus respectivas aspiraciones más allá del césped en 2018, cuando decidieron que con controlar el balón en el terreno de juego no tenían bastante y subieron al palco. En 2018 cada uno se compró un club de fútbol.
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Sus historias son coincidentes en el tiempo, pero muy dispares en las formas, pues cada uno escogió un perfil distinto para arrancar su carrera como propietario de un club. Eso sí, lejos de apostar por el romanticismo, los tres se centraron en el negocio y en las posibilidades que cada uno veía allá donde decidieron invertir.
Messi da lustre al Inter Miami
Comencemos con el más veterano, que, a su vez, es el que arrancó a dar vueltas al proyecto más temprano. Se trata del inglés David Beckham, ex del Real Madrid y Manchester United, y ahora propietario del Inter Miami. En las últimas semanas su nombre ha inundado los medios por el fichaje de Leo Messi, pero hace cinco años también lo hizo tras conseguir que una ciudad icónica como Miami pudiera tener su propia franquicia en la Major League Soccer, la liga profesional de fútbol de Estados Unidos.
El idilio de Beckham con la ciudad había comenzado años atrás. El mítico 7 del Manchester United había echado el ojo a la opción de crear un equipo de la nada en una de las ciudades más atractivas del mundo a nivel económico a principios de la década de los 10, poco después de su retirada, y fue en 2014 cuando se decidió a dar el paso de desembolsar 25 millones para tener derecho a formar una franquicia nueva en la MLS de la mano de Marcelo Claure y Masayoshi Son (ambos han vendido ya sus acciones a los hermanos Jorge y José Mas). Cuatro años y 20 millones de dólares más después, se formalizaba el anuncio de que el flamante Inter Miami entraría en la liga de fútbol más importante de Estados Unidos en 2020.
Desde entonces no se puede decir que los éxitos deportivos hayan acompañado a Beckham en Florida, pues no ha logrado superar la décima posición en ninguno de los campeonatos que ha disputado hasta la fecha. Por eso, David y los hermanos Mas han decidido doblar su apuesta y firmar a dos auténticos referentes para reflotar su equipo, que en el presente curso anda perdido en los últimos lugares de la clasificación.
Leo Messi y Sergio Busquets (hay rumores sobre algún otro crack) llegan a Miami para dar un aire nuevo al equipo en el césped y muchos miles de dólares fuera de él (no en vano, el propio Beckham se ha dejado ver echando una mano al artista grafitero Maxi Bagnasco mientras creaba el mural del astro argentino en una fachada de Miami). Su impacto será inmediato en todos los sentidos, aunque el ‘proyecto Beckham’ en Miami tenga aún un largo y probablemente triunfal camino que recorrer. De momento, según la Revista Forbes, el valor de la franquicia ya superaría los 600 millones de dólares, con lo que, pase lo que pase en los próximos años, ya parece que ha sido un negocio redondo.
Otra estrella mundial que se puso traje y corbata nada más colgar las botas fue Ronaldo Nazario. El inolvidable delantero de Real Madrid, Barcelona, Inter o Milan dibujó un modelo de negocio con la compra del Real Valladolid en 2018 muy diferente al de Beckham, aunque parece que también terminará por ser muy lucrativo a tenor de los rumores que se vienen escuchando sobre las ofertas que está recibiendo.
Ronaldo, alejado también del romanticismo en esta operación, desembolsó en 2018 nada menos que 30 millones de euros por el 51% de las acciones del conjunto pucelano, llegando incluso a comentar que había invertido todo su capital en el Valladolid, del que ahora posee un 72%.
El camino de Ronaldo en pucela no está siendo precisamente de rosas, si bien su modelo parece haber triunfado entre los inversores. ‘El Fenómeno’ compró el club en Primera división y ahí lo mantuvo hasta que en la 20-21, después de una campaña más que irregular, dio con sus huesos en Segunda, con lo que ello implica tanto a nivel deportivo como económico.
Obviamente, Ronaldo tenía más que claro que el futuro de su proyecto (y de su dinero) pasaba por un retorno inmediato a la máxima categoría, con lo que no reparó en gastos para que el ascenso tuviera lugar sólo un año después… y lo consiguió. En la 21-22, tras firmar 81 puntos, el Valladolid recuperaba su lugar en Primera y Ronaldo veía cómo su patrimonio volvía a tener el valor que él mismo esperaba.
Pucela y Cruzeiro
Sin embargo, apenas le ha durado la alegría, pues esta temporada el conjunto del José Zorrilla ha vuelto a descender sin que a Ronaldo le diera tiempo a analizar y dar el visto bueno a ninguna de las ofertas que le han llegado por el club. Desde el otro lado del charco mostraron interés varios empresarios que estaban dispuestos a poner encima de la mesa más de 75 millones por hacerse con el control del club. Ahora, en Segunda división, la realidad es bien distinta para el Ronaldo empresario, ya que el valor de la entidad ha descendido a, como mucho, la mitad de esa cantidad, con lo que todo hace indicar que los blanquivioletas deben emular lo sucedido hace sólo un año para que ‘El Fenómeno’ vuelva a sonreír, si bien hay que tener en cuenta que Ronaldo también es dueño de Cruzeiro en Brasil (con el que tampoco está consiguiendo grandes resultados deportivos) y ha puesto sus ojos además en el mercado luso.
El tercer jugador que apostó en 2018 por la compra de un club fue Gerard Piqué. 12 años más joven que Beckham y 10 que Ronaldo, era obvio que el modelo del por entonces central del Barcelona tenía que ser completamente distinto al de los otros dos pues, como decimos, entre otras cosas estaba aún en activo.
Piqué, de sobra conocido por su interés en el mundo de los negocios sin importar si estos tienen que ver o no con el fútbol aunque la redonda siempre le ha tirado, buscó una oportunidad de mercado y la encontró en el Andorra, un club que militaba en la Primera Catalana y que nada más tomar las riendas Gerard ascendió a Tercera.
La compra de las acciones se llevó a cabo a través de Kosmos, empresa fundada por el propio Piqué, que se hizo cargo de la deuda que acumulaba el Andorra (unos 600.000 euros) y que además se encargó de comprar una plaza en Segunda B al Reus por un precio de 450.000 euros.
De la catalana a Segunda
Ya con el 56% de las acciones y, por tanto, el control absoluto del equipo, Piqué ha conseguido a base de esfuerzo y, por supuesto, más implicación a nivel económica, que el Andorra alcance la Segunda división del fútbol español (ascendió en mayo de 2022) y, una vez en esta categoría, ha logrado mantenerse con sobrada solvencia. Pese a ser un auténtico novato en estas lides, incluso llegó a coquetear con los puestos que daban derecho a pelear por el ascenso a Primera.
Así las cosas, Piqué cuenta ahora en ‘su’ Andorra con una plantilla cuyo valor de mercado, según la web de referencia Transfermarkt, supera los 18 millones de euros, en una categoría tres veces más alta que en la que se lo encontró y con las miras puestas en un estadio en propiedad y mantener el crecimiento sostenido un proyecto que, por qué no, puede llegar a ser incluso más lucrativo proporcionalmente que los de Beckham y Ronaldo.
Villa apuesta por Benidorm
En cualquier caso, estas tres leyendas no han sido las únicas que han visto en los clubes una oportunidad de negocio una vez colgadas las botas. Otro ejemplo, este mucho más reciente, es el de David Villa (41), quien hace sólo unos meses ha puesto en marcha un ambicioso proyecto haciéndose con el Benidorm, por el que ha desembolsado a través de DV7 Group unos 130.000 euros.
El objetivo del Guaje es que el conjunto alicantino vaya dando pasos hacia el fútbol profesional poco a poco (lo ha adquirido en Preferente). La operación, obviamente, tiene un claro tinte estratégico, estableciéndose en una ciudad conocida en el mundo entero, con un gran atractivo tanto para inversores como para los propios futbolistas y con una carencia manifiesta en lo que a fútbol de élite se refiere.