¿Por la mañana, al mediodía o por la tarde o noche? Hay muchos momentos del día en que podemos salir a correr, pero ¿cuál es el más beneficioso? Especialmente cuando uno acaba de iniciarse en el mundo del deporte, es habitual preguntarse cuál será la hora idónea para calzarse las deportivas y salir a ejercitarse. Y si bien es cierto que la constancia es, junto con un alimentación sana y saludable y una buena higiene del sueño, clave para conseguir cualquier cambio físico, hay estudios que parecen demostrar que, dependiendo de la hora en la que se inicie esta actividad, se pueden conseguir resultados distintos.
Pegarse un madrugón por las mañanas para practicar deporte puede incidir positivamente tanto en la salud física como en la salud mental. Las personas que apuestan por ejercitarse en estas primeras horas del día tienen, según diversos estudios, más facilidades para crear una rutina saludable, y también pueden aumentar su concentración y creatividad, reducir el estrés y la tensión arterial y regular mejor el hambre. Desde un punto de vista físico, además, hacer ejercicio a esta hora, antes de desayunar, puede ayudar a quemar grasa acumulada y a aumentar la masa muscular, aunque antes de empezar la rutina de ejercicios será imprescindible realizar un correcto calentamiento ya que los músculos, a estas horas del día, todavía estarán tensos.
Aquellos que optan por hacer ejercicio al mediodía podrán realizar entrenamientos a mayor intensidad, ya que sus músculos ya estarían preparados para realizar actividades físicas. No obstante, antes de salir a entrenar, estos usuarios deben tener cuidado con posibles insolaciones. Además, para evitar problemas de carácter digestivo, se recomienda realizar los entrenos al menos una hora y media después de haber comido.
Correr por la tarde o por la noche es una opción a la que deben recurrir muchos trabajadores por su horario laboral, pero esta opción también alberga beneficios para la salud. A estas horas del día, los músculos estarán completamente preparados para realizar ejercicio, por lo que los deportistas tendrán más fuerza, velocidad y flexibilidad que en horas previas y tendrán un menor riesgo de sufrir alguna hipoteca lesión. Esta franja horaria favorece la pérdida de peso, ya que acelera el metabolismo, haciendo que se sigan quemando calorías incluso cuando se deja de hacer ejercicio. Además, también favorece la conciliación del sueño y puede ayudar a reducir el estrés.
Practicar ejercicio resulta beneficioso a cualquier hora del día, aunque dependiendo de la franja horaria en la que nos ejercitemos tendremos unas u otras ventajas. De cara a elegir un momento para entrenar, los usuarios deberán apostar por aquel que encaje en su rutina y les permita ser constantes. Además, también tendrán que tener en cuenta las características climáticas de cada estación, ya que es posible que las mejores horas para entrenar en verano e invierno no coincidan por temas de temperatura y luz solar.