A poco menos de tres meses para que den comienzo los Juegos Olímpicos, la cita deportiva más importante del mundo, cada atleta apura sus entrenamientos, sus dietas, sus estrategias para que el trabajo de los últimos cuatro años cobre sentido en París. Los que ya están clasificados pulen cada detalle para el gran día de la competición. Los que aún no, cuentan las horas para lograr esa plaza que les permita codearse con los mejores del mundo en ese gran circo del deporte que alzará el telón el próximo 26 de julio bajo la Torre Eiffel.
Durante dos apasionantes semanas disfrutaremos de los mejores deportistas del mundo luchando por unas medallas que dan sentido a una carrera y lustre a un país entero. Pero el mundo del deporte en general y del atletismo, en particular, ni empieza ni acaba en los Juegos. Tampoco se apagan los focos con la edad. Ni mucho menos.
El atletismo tiene vida, y mucha, más allá de la retirada de la élite. Incluso cuando nunca has pertenecido a ella pero tu pasión ha sido calzarte las zapatillas y superarte día a día. Es ahí donde aparece el atletismo máster, en el que, por cierto, España es toda una potencia mundial.
Se trata de deportistas que han decidido que la edad no es más que un número. Son hombres y mujeres que han abrazado el paso de los años con determinación y que están dispuestos a seguir dando guerra en las pistas mientras el cuerpo aguante. Desde los 35 hasta los 100 años, estos atletas demuestran que nunca es demasiado tarde para perseguir tus sueños.
El atletismo máster incluye todo tipo de pruebas que uno vaya a poder ver por la televisión en la cita de París, pero en ellas los protagonistas deben haber superado los 35. Nada más. Carreras de velocidad, resistencia, lanzamientos, saltos… Todas.
Este tipo de competiciones dejan salir a la luz lo bien y mucho que se cuida la gente en España, manteniendo hábitos saludables y practicando deporte sin importar la edad. De no ser así sería imposible alcanzar unos resultados como los que se logran en cada evento de atletismo máster que tiene lugar.
Retrocedamos sólo unas cuantas semanas para echar un vistazo a los resultados del Campeonato de Europa Máster en pista cubierta disputado en Torun, Polonia. Allí se dieron cita nada menos que 193 atletas españoles (127 hombres y 66 mujeres) que regresaron a nuestro país con nada menos que 128 medallas colgadas al cuello. A saber. 56 oros, 33 platas y 39 bronces.
Las preseas máster españolas se repartieron casi al 50%, pues 66 fueron para hombres y 61 para mujeres, si bien es cierto que atendiendo exclusivamente a las pruebas individuales, nada menos que 57 mujeres subieron al podio por 51 hombres.
Hasta ahí el repaso a las medallas logradas por los máster españoles, pero es que la actuación de los atletas no se limitó a eso sino que además firmaron nada menos que 10 récords europeos y 19 de España.
Si echamos un vistazo al medallero general, España finalizó la competición en tercera posición, sólo por detrás de la anfitriona Polonia y Alemania, superando a países del nivel, por ejemplo, de Gran Bretaña, Italia o Francia.
El atletismo de veteranos español, así las cosas, goza de una salud envidiable y cada día crece en número de adeptos. Buena parte de culpa la tienen deportistas como Aurora Pérez, que compitió en campeonatos de Europa de este tipo, literalmente, desde el siglo pasado, y que ahora figura como la española que más medallas ha logrado en este tipo de eventos.
Acumula un total de 21 desde que allá por 1999 se colgará en Malmoe su primer oro (3.000 metros) y su primera plata (1.500 metros) en categoría de más de 40 años. Muy cerca de ella está ya Esther Colás, que, con los cuatro oros y una plata que se trajo de Torun, acumula ya un total de 19, las mismas que María Rosa Escribano (tres oros y una plata en Torun).
Lejos de ellas en cuanto a medallas europeas se refiere, pero merecedor sin duda de una mención especial, está Manuel Alonso, atleta más veterano en colgarse una presea de cuantos españoles acudieron a la cita en Polonia. Él, a sus 88 años recién cumplidos, se llevó el oro en 800 (suyo es el récord del mundo de esta distancia y categoría) y 1.500 en la categoría de más de 85 años.
Para poner en contexto el nivel de un atleta como Manuel, cercano ya a los 90 años, su carrera en 1.500 metros arrojó un ritmo de 4:26min/km, algo fuera del alcance de gente con varias décadas menos que él en el DNI.
El secreto, según asegura el propio Manuel, está en la vida sana y la actividad física. Confiesa que procura comer poco embutido, mucha legumbre, mucha fruta y al menos un kiwi cada mañana. Todo peso para entrenar al menos seis días por semana y entre 65 y 80 kilómetros.
Tanto es así que Manuel no duda que seguirá mientras el cuerpo aguante. Así de claro lo dejaba en una entrevista recogida por Diario del triatlón: “Si me quitan de correr, entonces sí que me da algo. Me da vida. Los jóvenes me dicen que de mayor quieren ser como yo y los de mi edad, que estoy loco. Cuando hablo con los más mayores siento que estoy desfasado. Solo hablan de que toman pastillas ¡y yo no tomo ninguna! Si hicieran deporte, alguna se quitarían”.