El verano es una de las épocas en las que más se pasea. Cuando el sol empieza a caer y después de haber pasado un día de playa en familia no hay nada como darte una buena caminata al fresco de la brisa marina o de la sombra de los árboles para terminar el día de la mejor manera. Caminar trae grandes beneficios para salud a cualquier edad y, cuando más años se cumplen, esas caminatas permiten mantenerse en forma y activos sin necesidad de hacer deportes de gran impacto óseo y muscular.
Sobre las caminatas siempre se ha hablado de que es necesario andar unos 10.000 pasos al día para obtener sus grandes beneficios, entre ellos la liberación de endorfinas que nos ayuda a oxigenar el organismo. Los paseos largos y tranquilos a partir de la mediana edad pueden ser de gran ayuda para la salud, aunque con la tecnología de los smartphones y los relojes inteligentes más de uno se ha obsesionado con llegar cada día a los 10.000 pasos pese a no ser una marca con tanta importancia como creemos.
Más allá de los 10.000 pasos, andar cada día más de media hora permite quemar muchas calorías que, de otra forma, se quedarían con nosotros. Y todo ello de una forma en la que no se invierte un esfuerzo excesivo ni se acaba totalmente cansado si se hace a una intensidad media. Un fortalecimiento que se puede complementar si se anda en zonas con algo de pendiente o incluso si se opta por poner un poco de peso en los pies para ejercitar más los músculos.
Por tanto, con ello también se fortalece el sistema circulatorio y cardiovascular, además de ayudar a mantener el colesterol a raya. Aunque los beneficios físicos de andar son evidentes, también tiene un gran impacto sobre la salud mental de las personas, especialmente si el entorno en el que se sale a andar es el propicio para ello, pudiendo reducir los síntomas de la depresión o de la ansiedad.
Un estudio reciente de la Universidad de Buffalo de Estados Unidos que se ha publicado en JAMA Cardiology ‘desmonta’ el mito de los 10.000 pasos al asegurar que no es necesario alcanzar esa cifra diaria en todas las personas.
Esta investigación se centra concretamente en mujeres de mediana edad o edad avanzada, en las que destaca que realmente no necesitan tantos pasos diarios para beneficiarse de las bondades de andar para el organismo. Dicho trabajo se centró en los hábitos de 6.000 mujeres de más de 63 años que llevaron un rastreador de pasos y de actividad física durante una semana, siendo la media de pasos de 3.600 al día.
El estudio tuvo una duración de siete años y medio y entre las participantes hubo 400 casos de insuficiencia cardíaca. Sus resultados afirmaban que aquellas mujeres que realizaban unos 70 minutos de actividad física no intensa al día tenían un 12% menos de probabilidades de tener una enfermedad circulatoria. En cambio, quienes hacían media hora de ejercicio de moderado a vigoroso reducían el riesgo un 16%.
De esta manera, la investigación sostiene que con solo 3.600 pasos al día con un ritmo normal las mujeres de mediana edad ya obtienen grandes beneficios para su salud, especialmente para la cardíaca.