Hace casi una década, allá por 2016, Ryan Reynolds protagonizó la primera cinta de ‘Deadpool’, el antihéroe de la gran pantalla que se ha ganado al público con el humor de su guion, la banda sonora y el carisma que el propio Reynolds le aporta al personaje. Ahora vuelve a la gran pantalla con ‘Deadpool y Lobezno’, donde comparte protagonismo con Hugh Jackman, que recupera a su personaje para crear una dupla que, en principio, parece haber convencido a la crítica que ha podido ver el largometraje antes de su estreno en salas.
Mucho se ha hablado en estos meses del entrenamiento y la dieta de Hugh Jackman para seguir dando vida al mutante con 55 años, pero Reynolds lleva casi una década inmerso en sus propios entrenamientos para poder ser Deadpool con 47 años. Es algo que le ha costado, pero para muchas de sus películas a lo largo de estas décadas ha necesitado entrenar y ganar músculo, así que está acostumbrado a ello.
El culpable de esta última década de entrenamientos es Don Saladino, entrenador de las estrellas y la persona que se esconde detrás del físico del actor desde que en 2011 protagonizase ‘Linterna Verde’ y le ayudarse a prepararse físicamente.
Saladino ha trabajado también con Jackman, con Scarlett Johansson o con David Harbour para sus películas de acción. Según el entrenador, todo es siempre un trabajo de mantenimiento. “Todos los actores con los que trabajo les falta dos o tres semanas para estar listos”, explica, ya que siempre deben mantenerse en un punto en el que en dos semanas puedan lucir abdominales el primer día de rodaje si la producción lo requiere.
Actualmente Reynolds basa sus entrenamientos en la funcionalidad y cada sesión de entrenamiento la empieza con ejercicios de movilidad y priorizar entrenamientos de cuerpo entero. “A Ryan le gusta hacer de tres a cinco series de 10 segundos de intensidad en bicicleta o subidas de 15 a 30 metros en la escaladora vertical”, explicaba Saladino a Men’s Health.
En cuanto a su dieta, Reynolds siempre ha asegurado que no le gustan las dietas drásticas y extremas, por lo que mantiene una alimentación para aumentar la masa muscular que sea rica en proteínas y que reparte en unas seis comidas diarias cada tres horas, más o menos, evitando a toda costa la comida basura.
Además, ha sido capaz de introducir los carbohidratos, algo que no hizo durante su preparación para ‘Linterna Verde’. Cuando lo hicieron fue cuando realmente su físico empezó a cambiar y le dio la energía necesaria también para enfrentarse a rodajes tan exigentes como los de este tipo de producciones.