No jugó ni un solo minuto en aquel glorioso Mundial 2010 en el que la selección española salió campeona, pero todo el mundo le recuerda como el alma de la gran fiesta que vino después. En el inconsciente colectivo Pepe Reina se instaló como el gran animador de la mejor España de la historia, pero su carrera se distingue por mucho más que por su rol de showman. Por ejemplo, fue elegido mejor portero de la Premier League tres temporadas consecutivas, desde 2005 a 2008. Sin embargo, muchos aficionados pueden haberle perdido la pista en los últimos años, ignorando que aún sigue en activo y acaba de embarcarse en una aventura.
El veterano guardameta, que cumplirá 42 años el próximo 31 de agosto, cerró este pasado mes de julio su segunda etapa en el Villarreal, dos años en los que ha disputado 44 partidos, aunque durante el último curso ha ejercido más como mentor del portero titular, el danés Filip Jörgensen. Sin embargo, aún no tiene intención de colgar las botas, no mientras encuentre nuevos proyectos que le motiven.
Ahora Reina ha puesto rumbo hacia Italia, donde se va a reencontrar con otro campeón del Mundial 2010, Cesc Fàbregas, quien será su nuevo entrenador en el Como 1907 italiano, recién ascendido a Serie A. El arquero será una pieza clave en el equipo que está armando Cesc, junto a otros refuerzos de lujo como Raphael Varane o Alberto Moreno con los que el conjunto italiano pretende volver a la primera división por la puerta grande después de 20 años.
Y, por supuesto, Reina ha llegado al Como con la energía y entusiasmo que le caracterizan. En un vídeo compartido por el equipo italiano en sus redes sociales, se puede ver al portero en un comedor liándola durante su presentación ante el resto de la plantilla. Subido en una silla, con una botella en la mano simulando ser un micrófono, se lanzó a cantar el clásico mexicano 'La Bamba', y el guardameta no tardó en contagiar su diversión a sus nuevos compañeros, que terminaron haciendo una 'conga' bajo su comando.
Reina, que ha firmado hasta junio de 2025, podrá continuar así una carrera legendaria que durante más de dos décadas le ha llevado a defender las camisetas de Barcelona, Liverpool, Nápoles, Bayern de Múnich, Milan, Aston Villa, Lazio y el ya mentado Villarreal. Por supuesto, también la de la selección, con la que conquistó la Eurocopa de 2008 y 2012, además del Mundial de Sudáfrica. Con España sumó 36 internacionalidades y fue un pilar dentro del vestuario. Pero aún quiere más: "Llego a un proyecto bonito, a una familia que sigue creciendo y que intenta subir el listón cada año".