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Alejo García-Naveira, el psicólogo del Atlético durante 17 años: “Luis Aragonés fue un desafío gratificante”

Vivimos en el mejor momento de la historia de la humanidad, en el que más comodidades nos puede ofrecer la sociedad y en el que más sencillo debería ser el día a día. Obviamente, esto se refiere a la amplia mayoría de la gente. Por supuesto, existen excepciones y también quien no lo cree así.

Sin embargo, en este sociedad del bienestar, una gran parte de la gente se ha convertido en especialistas en sobrellevar la rutina, generando así un cansancio, un estrés y una adrenalina casi invisible pero que puede convertirse en insoportable.

La solución a este problema se antoja complicada, pero Alejo García-Naveira, psicólogo del deporte y experto en deportistas de alto rendimiento es capaz de apuntar un camino que recorrer para mejorar. La clave, la adrenalina. Debemos aprovecharla para que empuje a nuestro favor, nos dé energía y nos ayude a sacar lo mejor de nosotros mismos. Así lo explica en su libro ‘Gestiona tu adrenalina. Entrénate para la vida’ (Plataforma Editorial). 

Alejo, que ha pasado casi tres décadas metido en vestuarios con los mejores deportistas de una gran cantidad de disciplinas (desde el fútbol, el atletismo o el pádel hasta incluso los e-sports), nos explica que no es tan diferente la presión que sienten nuestros ídolos de la que podemos notar nosotros en nuestro día a día.

La principal diferencia radica en el tipo de presión. Los deportistas de élite enfrentan una presión pública, mediática y competitiva constante, mientras que la gente de a pie enfrenta presiones más relacionadas con el trabajo, las económicas o las relaciones personales. Sin embargo, ambas presiones pueden ser igual de intensas en función de cómo cada persona las percibe y gestiona”, apunta.

“Los de a pie son como deportistas de élite sin saberlo. Posiblemente lleven un gran ritmo diario (desplazamientos, atascos, trabajo, familia, estrés, etc.), afrontando como uno buenamente pueda, sin estar entrenado ni preparado para ello y esto tiene mucho mérito. la presión diaria puede ser tan desafiante como la de los deportistas de élite”, añade.

Los de a pie son como deportistas de élite sin saberlo

El doctor García-Naveira trabaja mano a mano con deportistas, lo que le ha facilitado una serie de herramientas que le han ayudado a comprender mejor a la globalidad de la población. “La gestión de la resiliencia o el enfoque bajo presión son habilidades que trascienden contextos”, comenta. De hecho, cuando un deportista de élite aún está en el camino de serlo tiene que superar muchas barreras psicológicas y no todos son capaces de hacerlo.

“Muchos deportistas prometedores no logran alcanzar su máximo potencial debido a bloqueos mentales, miedo al fracaso o incapacidad para manejar la presión. Es un factor decisivo en el éxito y la longevidad de una carrera deportiva”, explica Alejo, que no duda en hacer hincapié en este aspecto.

Multiplicador del talento

“La mentalidad es el ‘multiplicador’ del talento. Un deportista con mentalidad fuerte puede superar a uno más talentoso, pero que no gestione bien las adversidades. Como dice el dicho, el trabajo gana al talento cuando este no trabaja lo suficiente”.

El currículo de Alejo es extenso después de casi tres décadas aplicando sus conocimientos a la alta competición. Él es voz autorizada para hacer una radiografía a lo que ha cambiado este mundo del deporte a nivel psicológico. Nada que ver lo que sucede ahora en relación a lo que pasaba en los 80. “En el pasado se subestimaba el impacto de la mente en el rendimiento. Además, había desconocimiento y prejuicios culturales sobre la psicología. La evolución ha sido impulsada por resultados concretos que demuestran el impacto positivo del trabajo mental. Deportistas  como Simone Bales, Iniesta, Ricky Rubio o Phelps, han contado sus experiencias y han normalizando en cierta manera esta cuestión”.

Dos psicólogos en Barcelona 92

Cierto es que siempre hubo excepciones. Por ejemplo, la selección española de fútbol que conquistó el oro olímpico en Barcelona 92 contaba en su staff con dos psicólogos, algo poco común una aquella época que, a nivel psicológico era “muy rudimentaria”, tal y como desgrana el propio García-Naveira: “Había escaso enfoque en la salud mental. Las dinámicas de equipo se basaban más en jerarquías y disciplina, con poca atención al individuo como ser integral”.

El doctor García-Naveira ha vivido en primera persona y colaborado activamente para la mejora del sistema. Cabe señalar que él formó parte del equipo de Luis Aragonés en el Atlético. No fue una etapa sencilla. “Trabajar con Luis fue un desafío gratificante. Aunque pertenecía a una generación más rígida, tenía una intuición natural para conectar con las emociones del equipo. Su primera frase cuando lo conocí fue: si quieres trabajar con los jugadores, primero quiero probar yo’. Solo se quedó en una frase, él ya contaba con asesoramiento psicológico externo antes de mi llegada al club. También tenía sentido del humor. Fue el primer entrenador que me contó un chiste sobre psicólogos”.

Su primera frase cuando lo conocí fue: si quieres trabajar con los jugadores, primero quiero probar yo’

Con el paso de los años, las generaciones posteriores se han ido abriendo al trabajo emocional: “Los mayores tienen más barreras y prejuicios. Es una cuestión cultural y también de ‘historias personales’, muchos se hicieron por sí solos en la vida y en el deporte, aunque esto no quita que con un acompañamiento de un psicólogo del deporte les hubiera ido aún mejor”. 

Y si es cierto que ahora la sociedad es más abierta para tratar este tipo de problemas, no lo es menos que el estrés también es más persistente. “Las generaciones actuales están más expuestas a estímulos constantes (redes sociales, tecnología), lo que genera un tipo de estrés más persistente pero menos intenso que las presiones tradicionales de generaciones anteriores”.

Alejo ha vivido situaciones de todo tipo desde que comenzara su andadura en el mundo de la psicología. El momento más duro lo tiene claro: “Una lesión crítica previa a una competición importante (Juegos Olímpicos). Ayudar al deportista a recuperarse, mantener la motivación y redefinir objetivos a largo plazo fue clave y logramos que participara en los siguientes Juegos”.

No es el único momento de complicación extrema que le viene a la mente: “También el positivo en el control antidopaje de un atleta. Ahí no pude intervenir, desconocía esta cuestión hasta la sanción, en la cual legalmente no podía hacer nada, aunque en lo humano, había una persona que se había equivocado”, rememora.

Estrategias

Para gestionar estas y otras vicisitudes relacionadas con lo emocional y el estrés, Alejo empleó docenas de estrategias y herramientas que ahora comparte en su libro ‘Gestiona tu adrenalina’. De todas las que ha recopilado, le pedimos que nos dé tres para alguien que nunca ha trabajado en su gestión emocional

“La primera, relajación y meditación para descargar tensiones, estar en el presente y conectar con lo que uno es y lo que quiere. Después diría que la práctica imaginada para afrontar y anticipar situaciones, activar la mente para pasar a la acción. Y, por último, el diálogo interno positivo para generar un diálogo con uno mismo centrado en tus virtudes, convicciones y el auto respeto. Hablémonos bien, de forma que nos sirva para afrontar y sentirnos bien con nosotros mismos y los demás”.

Hablémonos bien, de forma que nos sirva para afrontar y sentirnos bien con nosotros mismos y los demás

Y es que el estrés puede tener un impacto muy importante en cualquier individuo. Y si apuntamos a la mediana edad, más todavía. El propio Alejo nos lo explica: “Es un período crítico, pues las responsabilidades familiares y laborales pueden generar acumulación de estrés y sensación de insatisfacción. Vivimos en un mundo que va a un alto ritmo, algo complejo e impersonal. Necesitamos entrenarnos para la vida y gestionar nuestra adrenalina para avanzar, conseguir nuestras metas y tener bienestar”.

El doctor profundiza aún más al respecto: “Hablamos de una etapa de transición en la que se redefinen prioridades y roles. Una mala gestión puede llevar a un desgaste emocional o a crisis existenciales. Existen estudios que indican que, durante la adolescencia y la edad adulta, superada los 60 años, son los períodos de mayor bienestar y satisfacción. Esto es, hay un período crítico entre los 35 y los 55 años, pasando por esa teórica crisis de los 40”.

Una mala gestión puede llevar a un desgaste emocional o a crisis existenciales

Para identificar síntomas de estar viviendo en un modo de ‘adrenalina constante’, García-Naveira nos apunta algunos: “Insomnio, irritabilidad, problemas con la comida, dificultad para desconectar y sentir que nunca hay tiempo suficiente son señales claras”.

Así las cosas, y antes de terminar, solicitamos al doctor García-Naveira tres acciones claras para evitar alcanzar ese modo de ‘adrenalina constante’. Él no duda: “Tener hábitos saludables en relación al deporte, el descanso y la alimentación; conectar y trabajar por los sueños y motivaciones de cada uno; y establecer límites claros entre trabajo y tiempo personal”.