La memoria espacial no es un tipo de memoria de la que se oiga hablar a menudo, pero es la que se dedica a almacenar los datos sobre tu entorno y tu orientación en el mismo. Es decir, es la responsable de que puedas moverte libremente por tu casa, encontrar dónde pusiste las llaves del coche o recordar el camino al trabajo. El problema es que esta capacidad cognitiva, fundamental para recordar lugares y orientarnos en el espacio, suele deteriorarse con la edad, limitando nuestra independencia y calidad de vida.
En ese sentido, un estudio realizado por el CONICET argentino, bajo la dirección del investigador Fabricio Ballarini, ha llegado a una conclusión sorprendente. Solo 25 minutos de ejercicio en bicicleta estática o fija son suficientes para potenciar significativamente la memoria espacial. La investigación se enfocó en cómo una breve sesión de ejercicio físico podía afectar de inmediato ciertos procesos cognitivos.
Para ello, los investigadores crearon un innovador test en un entorno de realidad virtual y examinaron los resultados de 98 voluntarios, todos entre 18 y 35 años. Los participantes debían memorizar la ubicación de diversas banderas, enfrentándose a diferentes niveles de dificultad. Los resultados fueron contundentes: aquellos que realizaron ejercicio en bicicleta estática tras la tarea de aprendizaje mostraron una mejora notable en su capacidad para recordar las ubicaciones.
Sin embargo, quienes no utilizaron la bicicleta fija al intentar recordar no experimentaron este efecto, lo que sugiere que el momento en que se practica la actividad física es clave para maximizar sus beneficios en la consolidación de la memoria. Ejercitarse justo después de adquirir nuevos conocimientos puede ser crucial para reforzar el proceso mediante el cual los recuerdos recientes se estabilizan.
La investigación sugiere que el ejercicio físico, incluso en pequeñas dosis, podría ser una herramienta eficaz para mantener tu mente ágil y saludable a medida que cumples años. Pero más allá de sus beneficios para la memoria, la bicicleta fija aporta otras ventajas a la salud que la convierten en un método de entrenamiento bastante recomendable: