Subir escaleras no es plato del buen gusto para todos. Cuando llegas a casa y el ascensor está ocupado, más ahora en plena pandemia que eso de compartir un habitáculo tan estrecho parece que no es la mejor idea, te planteas el subir hasta tu hogar por las escaleras. Otra cosa es si llegas cansado del trabajo, cargado con la compra o si vives en un octavo, cuando tu único pensamiento es esperar a que el vecino termine su viaje en ascensor para hacer el tuyo. Pero, ¿y si subir escaleras fuese más beneficioso para nuestra salud de lo que creemos?
Son muchas las investigaciones que han abordado cómo abandonar el ascensor para ir por las escaleras e incluso entrenar en ellas puede ser de ayuda para nuestra salud, como un estudio publicado en la revista Medicine & Science in Sports & Exercise por expertos de la Universidad McMaster de Canadá, que analizó la eficacia de subir escaleras con una intensidad breve y potente y si verdaderamente funciona como entrenamiento de intervalos de velocidad para mejorar la aptitud cardiorrespiratoria.
De esta manera, han señalado que el subir escaleras es una buena opción, además de segura y factible para gran parte de la población, en especial para la prevención de problemas cardiacos y la reducción del riesgo de padecer cualquier tipo de enfermedad cardiovascular. Otros estudios de este equipo también apuntan a sus beneficios tras someter a los participantes en el estudio a un entrenamiento moderado o vigoroso de subida de escaleras y, tras analizar los datos, tanto los que hicieron ejercicio tradicional como los que habían subido escaleras habían aumentado su capacidad cardiorrespiratoria cuatro semanas después de iniciarlo.
Aún así, otros estudios revelan que el subir escaleras como tal, por ejemplo cuando llegamos a casa, no nos va a hacer adelgazar en exceso, aunque siempre será mejor que coger el ascensor. ¿Quemamos calorías? Claro que sí, pero no son las suficientes como para llegar a bajar de peso notablemente, siempre hablando del uso diario que se puede hacer de las escaleras, claro.
Esto último ya lo contó a Uppers el entrenador Javier Leandro que, para tener ciertos beneficios, apuntó que una persona puede subir y bajar escaleras a su ritmo entre 30 y 45 minutos, consiguiendo así una actividad intensa. Aún así, el experto aconseja no solo prestar atención a las pulsaciones, también cuidar las rodillas a partir de cierta edad, en especial si se tienen algunos dolores. Para ello da dos claves: subir rápido con energía, a buen ritmo pero siempre sintiéndote cómodo; y bajar lento, pues es cuando la rodilla más sufre, por lo que mejor tomárselo con calma y pisar sobre seguro.
En todo caso, subir y bajar escaleras ayuda a trabajar la actividad aeróbica y, si las usamos más allá de lo diario, nos ayudarán a trabajar nuestros músculos, la condición física, a la prevención de patologías cardiovasculares e incluso, si se hace con constancia y con cierta intensidad, podría ayudar a reducir el peso corporal antes del verano, siempre que lo acompañes de otros buenos hábitos de vida.