No es spoiler. Si has visto la última película de Tarantino, recuerdas la escena del tejado. También los abdominales de Brad Pitt. Te has mirado los tuyos y seamos sinceros, ni punto de comparación. ¿Alguna has tenido esa definición en tu torso? Si Brad la tiene con 55 años, tú también puedes. Hemos hablado con un entrenador personal para que nos de las claves para conseguirlos, ¡aunque no los hayas tenido nunca! Eso sí, siempre y cuando estés dispuesto a sacrificarte un poco.
Partamos de la base de que con el paso de los años el metabolismo basal se ralentiza. Es decir, que para quemar las mismas calorías necesitas más esfuerzo y por lo tanto conseguir bajar de peso y ganar definición es más complicado que décadas atrás. Por lo tanto es importante seguir una serie de pautas para quemar la grasa abdominal. "Las dos fundamentales: déficit calórico y entrenamiento de fuerza", asevera Rafa Carmena Carmena, entrenador personal en el gimnasio O2 Centro Wellness Manuel Becerra.
A esto se debe sumar que, en el caso de los varones, el abdomen es la primera zona de acumulación de grasa en el cuerpo y por lo tanto, la última en perderla. Pero no desesperes, conseguir la tableta de chocolate es posible y el entrenamiento de alta intensidad se puede convertir en tu gran aliado. Requiere poco tiempo y su efectividad es elevada.
Probablemente estés pensado que dónde quedó el cardio de toda la vida. El ir al gimnasio a sudar la camiseta en la elíptica o en la cinta, pues bien, eso es cosa del pasado. "Los ejercicios de fuerza son mucho más recomendables, a los que se puede añadir alguno cardiovascular, pero nunca convertirlos en la base", aclara el entrenador personal.
"Por eso lo que denominamos HIIT es la mejor opción para definir a cierta edad. Esta disciplina incluye cualquier ejercicio adaptado a las necesidades de cada persona que se realiza en intervalos de trabajo. Por ejemplo, circuitos que incluyen varias estaciones con 30 segundos de actividad seguidos de pausas de entre 10 y 20. Esta es la mejor forma de quemar grasa”, apunta el experto.
Este entrenamiento, convertido en nuestro credo, puede empezar realizándose dos o tres días a la semana, siempre dejando un día de descanso entre medias y a ser posible, si nunca antes lo has practicado, acompañado por un entrenador que te confeccione una pauta.
Pero no solo la actividad, la dieta también es importante. Lo ideal es una en la que se limiten los carbohidratos en favor de las proteínas, pero siempre repartidos en cinco comidas al días para evitar la ansiedad. "En una dieta saludable se ingiere aproximadamente un 50% de carbohidratos, un 30% de proteínas y un 20% de grasas. En cambio, si lo que se quiere es definir a la vez que perder peso los carbohidratos se situarán en un 45% y las proteínas en un 35", recomienda Carmena.
Ahora que ya tienes claro el ejercicio y también la alimentación, el resto es cosa tuya. "El proceso es lento y es fundamental ser constante. Es cuestión de cambiar hábitos y eso lleva su tiempo. Conseguir un abdomen definido es posible dejando de lado el sedentarismo y realizando ejercicio siempre con control profesional", concluye.