Parecen excluyentes, pero los que lo practican han conseguido que su unión ya sea algo natural. Es el Chess Boxing, una disciplina que aúna la fuerza y el tacticismo del boxeo y la estrategia del ajedrez. Se trata de un deporte incipiente, todavía no profesional, aunque en los últimos tiempos está llamando la atención de los más curiosos. Una de sus grandes estrellas es Jonathan Rodríguez, el único español que ha competido en un mundial del que, a su vez, quedó subcampeón en el año 2013. Hablamos con él para que nos desentrañe esta práctica, llamada a ser una de las propuestas más interesantes del mundo del deporte.
Se trata de combinar asaltos de boxeo (en los asaltos pares) y de ajedrez (en los impares), hasta llegar a las 11 rondas. Siempre se empieza y termina con el ajedrez. Además, hay pausas de un minuto entre asaltos para que los participantes se cambien de indumentaria.
¿Cómo se gana en el Chess Boxing? Al combinar dos deportes, hay varias formas. Se puede conseguir la victoria a través de un K.O en el round de boxeo, pero también ganando la partida de ajedrez con un jaque mate. Aún así, en caso de llegar al final del enfrentamiento en empate, los jueces pueden decidir quién es el ganador. Sin embargo, "se suele perder por tiempo", apunta Jonathan Rodríguez. En caso de que el empate persista, el ganador será aquel que haya jugado la partida con piezas negras, al entender que juega con desventaja.
"Como deporte es una pasada. Es complicado; manejas dos disciplinas y debes llevar el control de las pulsaciones, tienes que bajarlas. La idea es buena, estás aturdido y afecta para ambos lados. Lo notas y lo sientes; tienes que sobreponerte. Es muy curioso, has de recuperarte en marcha", nos explica el chessboxeador por teléfono desde León, el lugar en el que nació y donde regenta el gimnasio 1664 Fight Club, lugar en el que entrena y desarrolla, a su vez, esta práctica.
Sin embargo, el Chess Boxing todavía no es un deporte profesional y su difusión todavía no ha alcanzado audiencias masivas, pese a que cuenta con 13 años de historia global y 12 en nuestro país. En el año 2009, la federación española comenzó a buscar licencias federativas de boxeadores que supiesen jugar al ajedrez. Hubo un intento de oficializarla y se realizaron distintos campeonatos del mundo en ciudades como Berlín o Moscú, pero aquel primer empuje hace más de una década no terminó de cuajar las aspiraciones de un deporte que venía para innovar en ambas disciplinas.
Ahora, parece que sí existe un crecimiento respecto a visibilidad, dándose a conocer cada vez más entre los boxeadores y con cierta perspectiva de mejora. Sin embargo, a nivel económico, los patrocinadores todavía no se lanzan con determinación para fomentar el desarrollo del Chess Boxing Y ese es el principal escollo para que este vanguardista deporte termine generalizándose: sin patrocinadores es más difícil realizar competiciones, por lo que la visibilidad es menor, no se construyen referentes y no hay alicientes económicos para desarrollarlo.
El entrenamiento de este deporte no se entiende sin la combinación de ambas disciplinas. "Se trata de hacer intervalos entre ajedrez y boxeo. Como el futbolista que entrena rondos y hace partidillos, esto es un poco así".