Una de cada diez personas diabéticas padece el tipo 1 de la enfermedad y son insulinodependientes, es decir, se pinchan de forma habitual. Hablamos de unas 90.000 personas en nuestro país. Se trata de una enfermedad autoinmune crónica caracterizada porque el páncreas no genera insulina, la hormona que regula la glucemia y de ahí la necesidad de compensar esa falta. Hasta ahora, y pese a que se han probado diferentes fórmulas, no se había conseguido dar con un fármaco sustitutorio de las inyecciones, pero eso parece que va a cambiar.
Un estudio presentado en la última reunión de la Sociedad de Endocrinología de Estados Unidos abre la puerta a esta posibilidad. Se trata de una terapia basada en células CAR, que hasta ahora han mostrado un tremendo éxito en leucemias y linfomas. Son células del sistema inmune conocidas como linfocitos T, que son modificadas genéticamente para reconocer un antígeno específico. En el caso de la diabetes se centran en las células reguladoras de la inflamación.
Se trata del siguiente paso de la utilización de células CAR para emplearlas en enfermedades autoinmunes. Ya hay estudios en fases tempranas también para el lupus o la esclerosis múltiple. Hasta ahora el concepto de las células T entre los inmunólogos estaba totalmente desfasado, pero ahora se está retomando como una posibilidad de tratamiento, sobre todo, en los casos diabéticos que se consideran difíciles de regular incluso con las inyecciones.
En declaraciones a El Español, el presidente de la Sociedad Española de Inmunología, Marcos López Hoyos, asegura que esta terapia está en sus inicios. "Las CAR se han desarrollado porque, metodológicamente, hemos aplicado multitud de herramientas moleculares y porque en los últimos 20 años hemos aprendido cantidad de mecanismos de respuesta inmunitaria que no conocíamos antes. En los próximos años el cambio será espectacular", comenta.
Paralelamente a esta investigación, los científicos de la Fundación Progreso y Salud de la Junta de Andalucía han publicado en la revista iScience sus últimos hallazgos sobre el potencial de la molécula BL001 -descubierta y patentada por ellos mismos- como posible terapia para la diabetes tipo 1.
El grupo ha intentado determinar cómo la molécula protege a las células productoras de insulina contra el estrés inflamatorio y han descubierto que, en efecto, protege a las células beta productoras de insulina contra la muerte inducida por el estrés. El siguiente paso de esta investigación es determinar ahora si los efectos antiinflamatorios del compuesto observados en modelos experimentales y celulares se repiten también en muestras de sangre tanto de personas con diabetes tipo 1 como de individuos sanos.