El número de personas afectadas con demencia crece año tras año. Según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), actualmente hay más de 55 millones de personas en todo el mundo afectadas por este tipo de enfermedad, una cifra que, según las previsiones, aumentará de cara al futuro. Así, en 2030 se estima que habrá 78 millones de personas afectadas con demencia en el mundo, mientras que en 2050 el número de pacientes se situará en torno a los 139 millones de personas.
A pesar de que los tipos de demencia pueden ser variados y haber surgido por diversas lesiones y enfermedades que afecten al cerebro, ya sea de forma primaria o secundaria, el Alzhéimer es la enfermedad que acapara la mayoría de estos casos. De acuerdo a las estadísticas de la OMS, esta patología representa en torno al 60% y 70% de los diagnósticos, siendo el tipo de demencia más común en todo el mundo. Cada año, además, se diagnostican en torno a 10 millones de pacientes nuevos aquejados por esta enfermedad, una cifra escalofriante que pone de manifiesto el grave problema de salud pública al que nos enfrentamos.
Las causas por las que una persona puede padecer Alzhéimer se desconocen, igual que la cura. Pese a los múltiples estudios que se han realizado alrededor de esta enfermedad, todavía no se ha encontrado un motivo que explique su aparición ni una solución que pueda hacer remitir sus síntomas, que se irán agravando con el paso de los años.
Sí se conocen, en cambio, algunos factores de riesgo que pueden favorecer su aparición, como la edad, la hipertensión arterial, la obesidad, el sedentarismo o el tabaquismo. Además, diversos estudios epidemiológicos han demostrado que las mujeres tienen más probabilidades de padecer Alzhéimer que los hombres, pero ¿cuál es el motivo de esta disparidad de género?
Recientemente, un estudio dirigido por el profesor Keqiang Ye, del Instituto de Tecnología Avanzada de Shenzhen de la Academia China de Ciencias, y publicado en la prestigiosa revista Nature ha profundizado en las causas de este misterio, tal y como señalan desde Europa Press.
A raíz de otros estudios que habían realizado con anterioridad, el equipo del profesor Ye ha establecido la teoría de que la vía C/EBPB/AEP es el principal factor que propicia la aparición de enfermedades neurodegenerativas. “Basándonos en esta teoría, buscamos las hormonas femeninas que cambian drásticamente durante la menopausia y comprobamos qué hormona activa selectivamente la vía C/EBPB/AEP”, explicó el profesor a la Neuroscience News.
En su investigación, el equipo identificó la hormona estimulante del folículo (FSH) como el factor patógeno principal que puede desembocar en la aparición del Alzheimer. “Durante la menopausia, la concentración sérica de FSH aumenta fuertemente, uniéndose al receptor de FSH en las neuronas y activando la vía C/EBPB/AEP”, explicó el coautor del estudio, Zaidi Mone. “Esto da lugar a las patologías AB y Tau, que conducen al desarrollo del Alzheimer”, añadió.
Para probar su hipótesis, los investigadores utilizaron ratones hembra ovariectomizados (es decir, ratones a los que se les había extirpado los óvulos) a los que se les aplicó un tratamiento con anticuerpos-FSH para bloquear la hormona e inactivar la vía C/EBPB/AEP que, teóricamente, producía el Alzheimer. Además, también eliminaron el receptor de FSH (FSHR) en las neuronas para impedir la unión de la FSH a la FSHR en el hipocampo.
El resultado de las pruebas fue positivo, ya que en ambas se alivió la patología y el deterioro cognitivo. Para completar los resultados, a su vez, los investigadores también inyectaron la hormona FSH en ratones macho para comprobar si promovía la aparición de Alzheimer. El resultado, de nuevo, fue positivo.
“Nuestros hallazgos demuestran que esta vía actúa como un factor central en estas enfermedades dependientes de la edad”, explicó Seong Su Kang, otro de los investigadores del estudio.
Los resultados obtenidos en las pruebas parecen sugerir que el incremento de la hormona FSH durante la menopausia puede favorecer la aparición del Alzheimer. Tras estos hallazgos, el equipo ha extendido su teoría a otras enfermedades crónicas que dependen de la edad, como puede ser el cáncer o la diabetes.
En el futuro, no obstante, volverán a investigar la posible relación entre la hormona FSH y la apolipoproteína E (apoE4, el principal factor de riesgo genético de Alzheimer) para tratar de esclarecer por qué las mujeres portadores de este gen son más propensas a padecer esta enfermedad.