Los expertos ya lo advierten: este verano probablemente sea uno de los más calurosos de la historia. Según las previsiones de la AEMET (Agencia Estatal de Meteorología), este verano será, previsiblemente, mucho más cálido y seco de lo normal en todo el país.
Así lo anunció el portavoz de la AEMET, Rubén Del Campo, en una reciente rueda de prensa en la que se informó de las particularidades climatológicas de la primavera y se dio la predicción estacional de cara a los próximos tres meses. Durante la jornada, Del Campo apuntó que este verano hay grandes probabilidades de que las temperaturas se sitúen, como mínimo, 0,5 grados por encima de lo normal tanto en la Península como en las Baleares y de que las precipitaciones se encuentren en un “perfil seco” en toda España, con una “mayor robustez” en el interior y norte peninsular.
El incremento de las temperaturas que se está viviendo en estos meses de verano favorece, como es natural, el desarrollo de las olas de calor, como las que ya hemos sufrido a principios de julio o mediados de junio. Ante esta situación, y en vista a que los termómetros probablemente vuelvan a situarse por encima de los 40 grados en varios puntos del país, es imprescindible que seamos prevenidos para no sufrir una insolación y evitar las quemaduras solares.
Evitar dar grandes paseos en las horas puntas del día, cuando el sol pega con más fuerza, y utilizar cremas y protectores solares, así como gafas de sol, gorras o sombreros, resulta fundamental para evitar estos problemas, pero elegir correctamente nuestra ropa también puede ayudarnos a protegernos contra el sol y a combatir el calor.
En este sentido, a la hora de decantarnos por nuestra vestimenta en los meses de verano debemos prestar atención no solo a la longitud de las prendas, sino también a sus texturas y colores, ya que estos también influyen en la protección que nos ofrecen las prendas.
Si atendemos a la textura, lo habitual es que en los meses de verano apostemos por prendas de lino ya que son cómodas y frescas. Sin embargo, si lo que realmente queremos es protegernos del sol, resulta más recomendable que nos decantemos por tejidos más gruesos y porosos, como el algodón, ya que el lino, pese a sus virtudes, resulta más ineficiente contra los rayos solares. Otras opciones son el poliéster, las prendas térmicas o las que están hechas de tela tejana.
En cuanto a los colores, y pese a la creencia popular que dice que los tonos oscuros dan más calor, debemos decantarnos por colores oscuros como el rojo, el azul marino y el propio negro, ya que son los que bloquean mejor la radiación y los que harán que nos sintamos más fresquitos. Y es que las prendas oscuras tienen la capacidad de absorber el calor corporal y de repeler el calor hacia el exterior, por lo que, si eres de los que acumulan miles de camisetas negras en el armario, no dudes en usarlas durante tus vacaciones.
Por el contrario, durante estos meses es recomendable que evites las prendas blancas y de colores claros, sobre todo en las horas centrales del día, ya que estas absorben peor los rayos del sol.