Vitalidad. Esa podría ser perfectamente la palabra con la que muchos definan a Jane Fonda cuando su nombre llega a su mente. La actriz de 84 años se ha forjado a lo largo de los años el título de la gran activista de Hollywood. Ahora, Fonda ha anunciado que mantendrá su optimismo ante un diagnóstico relacionado con su salud. La artista afirmaba este fin de semana que tiene cáncer de tipo linfoma no Hodgkin, pero ha intentado tranquilizar a sus seguidores afirmando que “es un tipo de cáncer muy tratable. El 80% de los pacientes sobreviven, así que me siento muy afortunada”.
La actriz reconoce que tiene acceso a los mejores médicos, algo que le hace darse cuenta “de lo privilegiada que soy con esto” respecto al acceso a tratamientos médicos por parte de la población estadounidense. “Casi todas las familias de Estados Unidos han lidiado con el cáncer en algún momento y muchas de ellas no han tenido las posibilidades de tener un tratamiento de calidad como el que estoy recibiendo, y esto está mal”, ha querido puntualizar.
Fonda ya se encuentra recibiendo su tratamiento y, según el comunicado que ha hecho a través de sus redes sociales, recibirá quimioterapia durante seis meses. Ahora bien, ¿qué es el linfoma no Hodgkin que padece la actriz? ¿Cuáles son esos síntomas iniciales a los que hay que estar atento?
Según la Sociedad Americana de Cáncer, el linfoma no Hodgkin es un tipo de cáncer que inicia en los glóbulos blancos, afectando principalmente al sistema linfático, pudiendo empezar en cualquier zona del cuerpo donde se encuentre el tejido linfático, aunque también en la piel. Sin embargo, los principales puntos son los ganglios linfáticos, el bazo, la médula ósea, el timo, el tracto digestivo, o las amígdalas.
Tal y como la entidad médica expone, el principal síntoma es la inflamación de los ganglios linfáticos, especialmente los del cuello, la ingle o las axilas. No obstante, no siempre son un síntoma del linfoma, sino que puede tratarse de una infección.
Otros de los síntomas clave son:
En todo caso, también destacan que se pueden presentar otros síntomas no siempre tan comunes. Entre ellos la fiebre sin que se presente una infección, la sudoración nocturna, y la pérdida de peso involuntaria.
Este tipo de linfoma puede afectar a las células B o T, sin embargo, es más común que se produzca en las células B, que ayudan “a proteger al cuerpo contra los gérmenes produciendo proteínas llamadas anticuerpos”. Por su parte, las células T destruyen los gérmenes en el cuerpo.
A pesar de ser un tipo de cáncer que puede aparecer a cualquier edad, más de la mitad de los pacientes tiene 65 años o más en el instante del diagnóstico.