El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Jordi Pujol, se encuentra estable, tras haber sido operado por un ictus isquémico en el Hospital de San Pablo de Barcelona. Ingresó en el centro por la tarde debido a una alteración del habla aguda y en el centro medico comprobaron que el accidente cardiovascular se había producido por la obstrucción de una arteria cerebral, lo que obligó a los médicos a intervenir quirúrgicamente. Las fuentes familiares del expresidente autonómico, consultadas por TV3, aseguran que no temen por la vida del expolítico, aunque sí podría dejarle secuelas. Aunque la recuperación puede ser larga y tediosa, en el caso de los ictus lo más importante es saber identificar los síntomas a tiempo para que estas sean menores. Te contamos cuáles son los síntomas previos que te avisan de que algo no va bien.
En nuestro país, se calcula que más del 21% de la población de más de 60 años tiene un alto riesgo de sufrir un ictus en los próximos 10 años, y su riesgo aumenta proporcionalmente con la edad. Por eso, conocer los síntomas es fundamental para identificarlo rápido y pedir auxilio. La alteración repentina del habla, lo que le ha ocurrido al expolítico, es uno de los primeros síntomas. Dependiendo del hemisferio cerebral donde esté ocurriendo el ictus, esta alteración puede ser mayor o menor pero, en cualquiera de los casos, has de avisar inmediatamente para pedir ayuda.
Lo mismo que si empiezas a sufrir dolores de cabeza repentinos y más agudos de los normales, es decir, de esos que no tienen nada que ver con haber dormido mal. Puede desaparecer pasados unos minutos, pero conviene avisar al médico si te ha ocurrido para evitar problemas mayores. Esta molestia suele venir acompañada de una sensación de desequilibrio en la que sientes que no eres dueño de tus pasos ni de tu estabilidad.
La alteración brusca de la visión, como pérdida de visión por un ojo, visión doble o incapacidad para apreciar objetos en algún lado de nuestro campo visual es otra de las claras señales de alerta de que algo puede estar fallando en nuestro organismo. Al igual que en el caso anterior, puede ser transitorio, pero no debes dejarlo pasar. Por último, es común experimentar una pérdida de fuerza y gran debilidad en la cara, brazo y pierna de un lado del cuerpo.
Las cuatro primeras horas desde que los síntomas son detectados son de gran importancia para que no queden secuelas en el afectado. Por eso, hay que llamar al 112 y explicar la situación desde que se perciben los primeros indicios. "La gran mayoría de los pacientes que sufren un ictus suelen presentar una combinación de varios de estos síntomas. No obstante, con solo experimentar uno de ellos, ya es motivo de urgencia", señala la Dra. María Alonso de Leciñana, de la Sociedad Española de Neurología.
Durante la espera de los servicios sanitarios, lo recomendable es acomodar al enfermo, aflojándole la ropa y tumbándole con cuidado de lado, dejando espacio a su alrededor. No se recomienda ofrecerle ni bebida ni comida. "Una de las claves para el éxito en la atención del ictus es la rapidez con la que se detectan sus síntomas iniciales y se contacta con el sistema de emergencias. La otra, sin duda, es la prevención", reconoce la doctora.