Unas 35.000 personas son las que murieron en residencias de mayores en España durante la pandemia de la covid-19. Con el sistema sanitario desbordado, muchos de ellos no recibieron la atención médica necesaria, un sistema que debía haber cambiado la política sobre las residencias, pero que aún no lo ha hecho. Uno de los gestores de la pandemia en su momento más duro, el exconsejero de Políticas Sociales de la Comunidad de Madrid Alberto Reyero, ha hablado sobre el tema en Hora 25 antes de publicar su libro, ‘Morirán de forma digna’.
Reyero fue la cara visible del gobierno de Isabel Díaz Ayuso durante los momentos más duros de la primera ola, cuando los ancianos fallecían en las residencias sin posibilidad de ser trasladados a los hospitales para recibir la atención necesaria. Ahora el exconsejero, que dimitió tras exponer que lo que ocurría en las residencias era inhumano en octubre de 2020, se presenta crítico con la gestión de la Comunidad de Madrid durante aquellos días en su libro.
En su charla con Aimar Bretos reconocía que “me costó la cabeza política, pero yo la entregué. Parece que en este país dimitir es una rareza, pero mi situación en el gobierno de Ayuso no tenía ningún sentido”. Además, expuso los correos que entonces intercambió con el actual consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, en el que le avisaba de que muchos mayores podían morir si no se medicalizaban las residencias.
“Yo conocí ese protocolo el sábado y estaban muy nerviosos por lo que significaba. El gerente de la Agencia Madrileña de Atención Social me lo enseñó y me explicó lo que significaba. Suponía excluir a personas que tuvieran no solo covid-19, sino cualquier otra dolencia que tuviera un nivel de dependencia del dos o del tres”, explicaba Reyero sobre el protocolo que impidió que las residencias derivasen a los hospitales a aquellos residentes que lo necesitaban.
“Las personas que estaban en condiciones aceptables no entraban en la exclusión, pero como nos dijo una directora de una residencia, por el simple hecho de estar en una y estar en una silla de ruedas ya no podías ir a un hospital”, recordaba el exconsejero ante los micrófonos de Hora 25.
Reyero afirma que durante las reuniones pedía medios para poder trabajar en aquellas residencias que más se estaban viendo afectadas por la pandemia, pero que le “dijeron que no, que estaban en otra historia. Estaban en toda la propaganda que giraba en torno al hospital de campaña de IFEMA. La mayor parte de los medios sanitarios estaban enfocados allí porque entiendo que eso daba más réditos propagandísticos”. Según cuenta, el resultado fue que durante el tiempo que estuvo abierto murieron 16 personas, mientas que al mismo tiempo “en las residencias fallecieron 5.000. Solo se trasladó a 23 personas de residencias”.
Durante aquellas primeras semanas de pandemia la tensión entre Reyero y los consejeros de Ayuso era evidente, algo que recuerda como unos “días muy complicados. Al final tienes que tomar decisiones solo y además había una mano negra detrás buscando culpables. La mano negra estaba en Sol, en la Presidencia de la Comunidad de Madrid. Se estaba creando una campaña”.
También ha hablado del frente que se abrió entonces sobre el que era vicepresidente del Gobierno y ministro de Derechos Sociales, Pablo Iglesias. “Era un bulo hábilmente urdido por la presidencia del Gobierno porque no era lo mismo decir que las competencias eran del Gobierno central, sino de Pablo Iglesias. La única respuesta de por qué Pablo Iglesias no tenía las competencias es porque tiraron abajo la comisión de investigación. Si el responsable hubiera sido Iglesias no hubieran hecho una, habrían hecho diez”, expuso Reyero.