Mientras que unos lo prefieren a primera hora de la mañana, otros son más de hacerlo antes de irse a dormir. No hablamos de otra cosa que no sea la ducha, cada uno tiene sus preferencias para hacerlo a la hora que mejor lo venga. Aunque es una costumbre diaria, todos nos hemos pasado más de un fin de semana de peli, sofá y manta en el que ni nos hemos rozado por la esponja. Sin embargo, nada tiene que ver con los 60 años que Amou Haji, un hombre iraní, ha llegado a pasar sin ducharse. Ahora se ha conocido su muerte a los 94 años.
Haji es conocido como el “hombre más sucio del mundo”, que tomó la decisión de no ducharse por miedo a enfermarse. Su historia se conoció más a fondo en todo el mundo en 2013, cuando se estrenó un documental sobre su vida. Sin embargo, hace el Daily Mail destaca que “por primera vez hace unos meses, los aldeanos lo llevaron a un baño para lavarse. Poco después se enfermó”, hasta que el pasado domingo falleció a los 94 años.
La vida de Haji difiere de lo que se puede esperar. Según algunas personas cercanas a él, su negativa a asearse lo más mínimo viene de unos “contratiempos emocionales” que hicieron que el hombre renegara del agua y del jabón.
El hombre iraní vivía en una choza a las afueras de su pueblo, Dejgah, y ni siquiera dormía en una cama, sino en un agujero en la tierra. Tampoco es que se alimentase especialmente bien, a que principalmente comía carne de animales muertos o que encontraba atropellados, especialmente puercoespín. En cuanto a la bebida, tomaba agua de una lata oxidada, a veces directamente de los charcos. Además, era fumador, le gustaba hacerlo de una pipa, aunque no tabaco, fumaba excrementos de animales.
Hace unos años aceptó a hacerse una serie de pruebas por un equipo de médicos de la Escuela de Salud Pública de Teherán. Puede que parezca que esos análisis iban a mostrar más de una enfermedad, pero fue todo lo contrario.
Los expertos vieron como el hombre no había padecido problemas de salud más allá de triquinosis, que se produce por comer carne mal cocinada, aunque ni siquiera llegó a sufrir síntomas. Según los expertos, Amou Haji tuvo una buena salud porque su modelo de vida hizo que su sistema inmunológico se reforzase bastante.