No está claro si es una cuestión de falta de miedo o de fatiga pandémica, pero los datos hablan por sí solos. La cuarta dosis del coronavirus, especialmente recomendada para los mayores de 60 y población vulnerable, no está alcanzando, ni de lejos, las cifras de aceptación de las anteriores. Pese a que se ha recomendado inocularla a la vez que la de la gripe, muchas de las personas que acuden al centro de salud, al saber que no es obligatoria, deciden no ponérsela. A menos de un mes de la Navidad, y con el precedente de cómo fueron las pasadas, los contagios están empezando a ascender y esa frase de “estoy con COVID” vuelve a los círculos familiares y de amigos.
Menos de la mitad de mayores de 60 años han decidido vacunarse con este nuevo refuerzo, pero con un bajón importante de las temperaturas y una época en la que las reuniones sociales se disparan, los médicos advierten de que podríamos enfrentarnos a una nueva ola durante las fiestas. Si bien es cierto que el virus no produce una infección tan grave en los casos de la gente sana, cuando se enfrenta a un sistema inmunitario debilitado y más vulnerable puede seguir causando importantes estragos, sobre todo en una época del año en la que conviven diferentes enfermedades respiratorias.
Por comunidades, Galicia es la que presenta un mayor número de personas vacunadas. Cerca del 80% de los mayores de 80 años y del 70% en la franja entre los 70 y los 79. Por encima de la mitad de su población de riesgo vacunada también se encuentran Asturias, Extremadura y Navarra, mientras que la Comunidad Valenciana, Madrid y Canarias les siguen un paso por detrás.
La población general duda de la necesidad de estos nuevos pinchazos, una docena de sociedades científicas y médicas han concluido que las nuevas vacunas bivalentes de ARN mensajero frente a la COVID, ya adaptadas a ómicron, generan una respuesta de anticuerpos neutralizantes mayor frente a las últimas variantes y los datos indican que pueden ampliar la protección de todas las demás. De ahí que la Federación de Asociaciones Científico Médicas de España pida inocular esta cuarta dosis ante una posible nueva oleada de contagios.
“La administración de una dosis de recuerdo tiene el objetivo de aumentar la protección, teniendo en cuenta el progresivo descenso con el tiempo de la inmunidad generada por las vacunas y la infección previa, junto con el hecho de que estén circulando variantes con elevado escape a esa inmunidad generada previamente”, explican desde el organismo.