El cáncer de próstata es el tumor más frecuente en varones, siendo el segundo más mortal y aumentando su incidencia con la edad. Con datos del 2021, este cáncer afectó a una cifra estimada de más de 35.000 hombres solo en nuestro país y se registraron más de 6.000 muertes. Un estilo de vida saludable es una de las claves para protegerse frente a un posible cáncer, especialmente el ejercicio. Precisamente ahí es donde se centra un nuevo estudio, que establece que el ejercicio aeróbico intenso puede ser beneficioso para personas con cáncer de próstata avanzado.
La investigación, publicada en Prostate Cancer and Prostatic Diseases, se centra en varios trabajos previos con hombres con cáncer de próstata avanzado que, a lo largo de meses de entrenamiento, lograr suprimir el crecimiento tumoral. Esto, se explica, se debe a que la musculatura esquelética segrega unas proteínas llamadas mioquinas, que aumentan con el ejercicio físico. Las mismas que minimizan el crecimiento tumoral al combatir las células cancerígenas.
¿Cómo aumentar el nivel de mioquinas a partir del deporte? Desde este trabajo exponen que solo una sesión de ejercicio físico aeróbico de alta intensidad eleva considerablemente sus niveles en sangre.
En concreto, el ejercicio que más han valorado y que notan que más hace este efecto es la bicicleta estática, siempre que se haga a una alta intensidad. Incluso fue probado. Nueve pacientes con cáncer de próstata avanzado hicieron 34 minutos de esta actividad, tomándoles muestras de sangre antes, justo al acabar, y 30 minutos después.
¿Qué pasó? Que pudieron confirmar que en la sangre de esos pacientes las mioquinas se dispararon tras el ejercicio. Estos, claramente, no quiere decir que el ejercicio sea un tratamiento para la cura de estas personas, pero lo que sí constata es que seguir una rutina de ejercicio intenso, bicicleta estática, en este caso, puede extender la supervivencia de los pacientes con el cáncer de próstata avanzado.