Hace ya más de una semana que el virus de Marburgo empezó a ser tendencia, por lo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) y las autoridades de Guinea Ecuatorial informaron de un brote de este virus después de que fallecieran nueve personas en el país, siendo la primera vez que se detectaba en su territorio. Después de días en los que este virus parecía que se encontraba lejano, se ha detectado el primer posible caso en España.
Ha sido la Comunidad Valenciana la que ha activado el protocolo ante el caso sospechoso de virus de Marburgo en un hombre de 34 años que estuvo durante un tiempo en Guinea Ecuatorial y presenta síntomas compatibles. Su estancia en el país puede corresponder con el tiempo de incubación y desarrollo de la enfermedad. Por el momento, el protocolo establecido ha hecho que el varón esté aislado en el Hospital La Fe de Valencia a la espera de que las muestras recogidas confirmen o no la enfermedad tras ser analizadas.
Este virus es similar al del ébola y, tal y como señala la OMS, el virus de Marburgo tiene una letalidad “de hasta el 88%, pero podría ser mucho menor si se atendiera debidamente a los pacientes”. Además, la organización indica que la infección en humano se debe “a la estancia prolongada en minas o cuevas habitadas por colonias de murciélagos Rousettus”.
No obstante, la transmisión entre humanos se da “por contacto directo de la piel lesionada o las mucosas con sangre, secreciones, órganos u otros líquidos corporales de personas infectadas, así como con suficientes materiales contaminados por dichos líquidos, como ropa personal o de cama”.
Pero ¿cuál es la sintomatología principal? El periodo de incubación puede ser largo, oscilando entre dos y 21 días. Sin embargo, si algo caracteriza a este virus es que suele manifestar de manera bastante brusca. Entre los síntomas más frecuentes está la fiebre elevada, cefalea intensa o dolores musculares. Además, al ir pasando los días pueden aparecer nuevos, como diarrea, cólicos abdominales o vómitos, provocando el hundimiento de los ojos o la inexpresividad facial en las personas afectadas. En todo caso, muchos de los pacientes suelen presentar al paso de los días hemorragias graves, en los casos mortales en varios órganos.
Por el momento, no existe ningún tipo de tratamiento específico para la recuperación de la enfermedad, aunque sí que existe una terapia de apoyo que mejoran los síntomas y eleva el porcentaje de supervivencia.