El repostero Jordi Roca ha dado una de las mejores noticias a sus seguidores: ha recuperado la voz. Lo ha hecho a través de diferentes vídeos en su cuenta de Instagram, mientras explicaba cómo ha sido parte del proceso de recuperación a lo largo de estos años debido a una distonía cervical. El pastelero de El Celler de Can Roca ha mostrado su “alegría”, afirmando que ahora tiene “una voz de locutor de radio de las dos de la mañana”.
Hace entre siete y ocho años que el cocinero perdió la voz y, aunque le ha estado yendo y viniendo “en forma de picos”, Roca aclara que ha ido mejorando poco a poco y que ha “reaprendido a hablar sin esfuerzo. Aunque parezca cuenta mucho recuperar el hilo de la voz, incluso puede que mañana no tenga la misma voz”.
“Hoy que la tengo quiero aprovechar para agradecer a tantísima gente que durante todo este tiempo me habéis acompañado en el proceso de rehabilitación y recuperación”, un agradecimiento en el que ha querido dar hueco a toda su familia y al personal del restaurante.
Jordi Roca padece distonía cervical, una enfermedad neurológica rara, que afecta a una de cada 25.000 personas y que se hizo evidente en él en 2019, aunque fue en 2017 cuando lo hizo público en sus redes sociales.
Esta patología afecta principalmente a los hombres y que causa contracciones involuntarias en los músculos que en ocasiones pueden llegar a ser dolorosas. Puede desencadenarse de diferentes formas, afectando a un solo músculo o a un grupo completo y que, entre otras causas, puede afectar también a la voz.
En el caso del pastelero, la distonía cervical se ha concentrado en el cuello y la laringe, afectando a la postura de su cabeza y a sus cuerdas vocales, provocando una gran dificultad en el habla, como ha sido evidente en los últimos años en el pequeño de los hermanos Roca, ya que suele desarrollarse al final de la adolescencia o en una edad adulta temprana.
Pese a no contar con una cura, sí que hay diferentes tratamientos para intentar mejorar su sintomatología o, como en su caso, recuperar el habla. Tal y como indica la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, entre los tratamientos más utilizados están las inyecciones de botox, la rehabilitación o el uso de determinados fármacos