A la hora de dormir cada cual tiene su propio ritual para lograr el mejor descanso o conseguir no tardar demasiado en conciliar el sueño. Incluso hay quien tiene sus trucos para la piel o para la salud, sobre todo cuando se está enfermo por algún motivo. ¿Quién no se ha cortado una cebolla para evitar la tos nocturna? Por eso mismo, cada vez es más la gente que se ha llevado el laurel de la cocina hasta el dormitorio. ¿Por qué? ¿Qué efectos puede tener una hoja de laurel sobre nosotros durante la noche?
El laurel se puede encontrar en prácticamente cualquier cocina, ya sea para hacer infusiones o para dar un toque de sabor a algunas comidas por ese aroma tan característico que tiene.
Quizá su parte más conocida sea los efectos que tiene sobre el sistema digestivo gracias a sus sustancias volátiles que mejoran nuestra digestión y ayudan a evitar la hinchazón y las flatulencias, además de la inflamación intestinal. Sin embargo, esas hojas que tenemos en la cocina también tienen otros beneficios que quizá son más desconocidos.
Entre ellos, es un remedio natural (antes de utilizarlo como tal es mejor consultarlo con el médico) contra la tos y otros problemas respiratorios gracias a que algunas de sus propiedades permiten despejar las vías respiratorias y a reducir la congestión nasal. Además, sus propiedades también son antiinflamatorias y ayudan a reducir el dolor y la rigidez muscular.
Para obtener sus beneficios parece claro que la cocina o las infusiones son esenciales para introducirlo en nuestra dieta. No solo eso, también existen aceites de laurel que son perfectos para masajear zonas con dolor e intentar que se alivien un poco gracias a sus propiedades antiinflamatorias.
Pero ¿por qué hablábamos de la almohada? El aroma del laurel puede tener una función antiestrés permitiendo nuestra relajación y, por tanto, un mejor descanso. Por eso mismo, se aconseja colocar una o varias hojas de laurel bajo la almohada durante unas horas antes de que sea la hora de irse a dormir, no es necesario tenerlas ahí durante toda la noche. Este simple truco puede hacernos dormir mucho mejor y estar más descansados cada mañana al levantarnos.