Un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Monash en Australia, arroja conclusiones que pueden resultar alarmantes: la pérdida de peso en adultos mayores (desde los 65 años, aunque el riesgo aumenta a mayor edad) está relacionado con un mayor riesgo de muerte. ¿Por qué causas? Todas. Es decir que la pérdida drástica de peso tiene consecuencias generales en el cuerpo que podrían hacernos más vulnerables ante afecciones potencialmente mortales.
La doctora Sultana Monira Hussain, directora del estudio, es además contundente en una cosa: "Nuestro estudio encontró que incluso una pérdida de peso del 5% conlleva un mayor riesgo de mortalidad, especialmente en hombres mayores" afirmó. El estudio arroja cifras dignas de tener en consideración, por ejemplo, la mortalidad por cualquier causa fue de un 8% entre hombres mayores que mantuvieron un peso constante, mientras que se elevó a más de un 30% entre los que perdieron peso un 10% de peso. Para las mujere en cambio, los porcentajes de mortalidad solo variaron del 5,5% al 12,6 %.
Además, entre ellas se incrementa más el riesgo de cáncer y entre ellos el de enfermedades coronarias.
Para llegar a sus conclusiones, la doctora Hussain y su equipo llevaron a cabo un ensayo con casi 17.000 adultos de 70 años o más en Australia y otros 2.000 en Estados Unidos. Los pacientes fueron pesados entre 2010 y 2014, en sus revisiones anuales. La idea de Husain era, además, que entre los voluntarios hubiera personas sanas, sin ningún problema de salud o factor de riesgo especial, "queríamos incluir a personas sin enfermedades diagnosticadas que limitan la vida", aseguró.
En declaraciones a la CNN, Hussein señaló que, sin embargo, no se debe concluir una causalidad entre la pérdida de peso la muerte, es decir que reducir unos kilos no es lo que te mata, por lo que consideró oportuno señalar que es más bien una clara señal de alerta.
Es España, por ejemplo, no solo asociamos más la mala salud con el sobre peso, sino que estamos acostumbrados a que las personas mayores de nuestro entorno "encojan" como consecuencia de la edad, algo que consideramos normal. Y de hecho lo és, lo que no es normal es el cambio drástico del peso, entre el 5 y el 10% ya es un signo de alerta. Y ante esas situaciones es indispensable acudir al especialista.