Todos, en algún momento de nuestra vida, hemos tenido que medicarnos por diferentes razones: una gripe, unos dolores, una enfermedad más grave… Cierto es que, según vamos cumpliendo años, es más común encontrarnos con complicaciones que nos hagan tener que medicarnos con mayor frecuencia o con cierta regularidad. Cuantas más pastillas, más fácil lo tenemos para equivocarnos con nuestra medicación, algo que puede llegar a ser peligroso.
Esto es en lo que se ha fijado un nuevo informe sobre salud de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), que utiliza para definir errores de medicación las palabras que recoge la Organización Mundial de la Salud (OMS): “aquellos incidentes evitables que pueden causar daño al paciente o provocar un uso inadecuado de los medicamentos”.
Partiendo de esta base, la OCU ha hecho una encuesta a la población española en la que se admite que uno de cada cuatro personas en nuestro país ha experimentado un error de medicación. Pero ¿cuáles son los más frecuentes? ¿Hay casos de peligro?
El error más frecuente es no respetar la duración del tratamiento pautado, seguido de no seguir las restricciones sobre la ingesta de ciertas bebidas o alimentos, tomar una dosis mayor o menor de la recetada, no cumplir con el horario que se indicó, o consumir medicamentos ya caducados.
No obstante, hay ocasiones en las que el error, aunque lo cometamos, realmente no es nuestro. Lo conocido como errores ajenos, el más común, recetar un medicamento que no era el adecuado para el paciente o el equivocado, pautar un fármaco que interacciona con otros tratamientos, o recetar una dosis equivocada o una duración errónea del tratamiento.
Además, en cuanto al tipo de medicación con el que se producen los errores, el principal son los antibióticos, seguido de fármacos para los problemas respiratorios y los que están relacionados con los problemas cardiovasculares.
En general, la mayoría de las personas no tienen ninguna complicación, pero sí existen un porcentaje de personas que han llegado a tener síntomas leves o graves o a perder el control de su enfermedad, algunos, incluso, tuvieron que ser hospitalizados tras el error.
Desde la OCU alertan que los problemas no vienen solo con los fármacos que receta el médico, también con los que podemos comprar en la farmacia sin receta, pues pueden causar daños para la salud en caso de administrarse incorrectamente o si se toman en dosis más elevadas de las recomendadas, por ejemplo.