Todos envejecemos, pero cada uno lo hacemos a nuestra manera. Según haya sido nuestro estilo de vida, los años impactarán de una forma u otra en nuestro organismo, al que ya se considera un todo entre cuerpo y mente. Los especialistas en longevidad saben que la clave de cualquier terapia o tratamiento es la personalización de los protocolos. Cuanto más ajustados a las necesidades reales, más efectivos y más enfocados en su objetivo final: ralentizar la edad biológica y procurarnos una vida más larga y más placentera. Clinique La Prairie, el único centro que une belleza y salud para desbloquear el secreto de la longevidad, lleva 90 años investigando los procesos que nos hacen envejecer para ofrecer alternativas personalizadas. Su último descubrimiento es el Longevity Index o índice de longevidad, un medidor que evalúa aspectos de la salud, el cuerpo, la mente y el estilo de vida para conocer en qué estado nos encontramos y qué terapias son las más eficaces para contrarrestar el paso de los años. Chiara Corradetti, brand executive de Longevity Hub by Clinique la Prairie Madrid, responde a las preguntas de Uppers.
¿Qué es exactamente el Longevity Index o índice de longevidad?
El Longevity Index es una herramienta desarrollada por Clinique La Prairie en Suiza que nos ayuda a medir el envejecimiento y cuantificar los recursos y debilidades con los que cuenta cada uno de nuestros clientes en materia de longevidad. Los resultados que obtenemos guían a nuestros profesionales para que puedan recomendar de forma totalmente personalizada los tratamientos e intervenciones más adecuados para cada uno de nuestros clientes y estos puedan vivir una vida más larga, más saludable y mejor. Es decir, asegura que aquellos tratamientos e intervenciones que se recomiendan sean efectivos para esa persona y perdurables en el tiempo.
Según explicáis, este índice mide o valora ciertos parámetros. ¿Por qué habéis elegido esos en concreto?
Los parámetros que hemos elegido tienen un papel muy relevante con uno o más pilares de longevidad. Permitiéndonos identificar, de forma eficaz, el estado de longevidad y envejecimiento de nuestros pacientes.
Empecemos por el primero: ¿qué mide la salud metabólica?
Mide el correcto funcionamiento de los procesos metabólicos, así como la flexibilidad metabólica (capacidad del metabolismo de adaptarse a situaciones cambiantes de forma eficiente). Esto es muy importante para metabolizar correctamente los distintos nutrientes, mantener una composición corporal saludable, evitar estados inflamatorios o de estrés oxidativo crónicos, poder hacer frente a agresores externos… En definitiva, que nuestro cuerpo funcione correctamente y pueda prevenir el desarrollo de enfermedades.
Si hay alguna disfunción en este parámetro, ¿cómo se puede mejorar?
Cada persona es un mundo y suele tener circunstancias particulares. Sin embargo, Longevity Index nos permite identificar los hábitos de estilo de vida y parámetros que pueden ser más necesarios para lograr un metabolismo más eficaz, como la alimentación, suplementación, la actividad física, el manejo del estrés o la calidad del sueño. Estos suelen ser los principales factores de alteración metabólica.
Otra área que evalúa vuestro índice de longevidad es la belleza. ¿En qué consiste?
Valoramos la belleza desde su origen. Es decir, evaluamos la salud y la calidad de la piel a través de una tecnología de diagnóstico facial objetivo. Sin embargo, también se valoran otros aspectos que se ha observado que tienen un impacto sobre la salud y la belleza de la piel, como los niveles de algunos nutrientes, el estrés, etc.
¿Cómo podemos preservarla?
Combinando unos buenos hábitos de estilo de vida con tratamientos de belleza personalizados en función de nuestras características y nuestras necesidades. No todos tenemos el mismo estilo de vida o la misma genética, por lo que no todos necesitaremos los mismos tratamientos para el mantenimiento o la mejora de nuestra piel.
El sistema inmune sería el siguiente concepto. ¿Es el más importante?
El sistema inmune, ampliamente relacionado con la inflamación, es un pilar fundamental para la longevidad. Sin embargo, tampoco podemos decir que sea el más importante. El cuerpo humano es un sistema complejo donde el desequilibrio es el que nos conduce a una peor calidad de vida y a la enfermedad. Por ello es importante entender la salud, y así lo llevamos haciendo desde hace más de 90 años, de forma holística y cuidarnos desde todos los ámbitos. Solo así, en el equilibrio, lograremos una mejor calidad de vida, bienestar y belleza natural.
¿Qué es lo peor que hacemos por él?
Hay varios factores que afectan negativamente al sistema inmunitario y promueven la inflamación crónica de bajo grado. Por ejemplo, tener una vida sedentaria, tener una alimentación inadecuada (promoverá deficiencias nutricionales y aumentará la inflamación crónica), la exposición constate a tóxicos, el estrés o la falta de sueño.
La capacidad de 'détox' es otro parámetro de la longevidad. ¿Qué podemos hacer para mantener esta capacidad en buen estado?
En primer lugar, ser conscientes de cuál es la importancia de la detoxificación, muy alejada de la supuesta capacidad de hacernos perder los kilos que hemos cogido por excesos alimentarios. Diariamente nuestro cuerpo está expuesto a toxinas. Algunas de ellas son producidas por el cuerpo al realizar sus funciones biológicas y otras proceden de varias fuentes externas: alimentos procesados, ingesta de metales pesados procedentes del agua y alimentos, restos de herbicidas y pesticidas, tabaco, estrés, una mala calidad del sueño, contaminación, uso excesivo de plásticos, cosméticos, productos de limpieza o medicamentos.
Cuando el nivel de toxinas supera nuestra capacidad de detoxificación, se produce un envejecimiento prematuro celular y somos más susceptibles al desarrollo de enfermedades como Alzheimer, cáncer o Parkinson. Sin embargo, actualmente existen innovadores tratamientos, aparatologías y suplementos que aceleran y contribuyen a potenciar los procesos de eliminación de tóxicos de nuestro organismo.
El nivel de energía es el último. Estamos en una sociedad que vive cansada. ¿Por qué crees que es así? ¿Cómo podemos poner remedio?
Vivimos en una sociedad que va acelerada 24/7: largas jornadas laborales, poco contacto con la naturaleza, estrés constante, falta de descanso adecuado, una alimentación poco saludable, sedentarismo… Todo esto se suma al constante uso de dispositivos electrónicos, la sobreexposición a la información y las demandas sociales, que también pueden agotar nuestra energía. Para ponerle remedio es importante identificar que hábito o circunstancia puede estar perjudicando nuestro descanso y un mal manejo del estrés.
Si tuviéramos que escoger dos o tres conceptos para poder ser más longevos, ¿cuáles serían?
Lo primero, un buen estudio y diagnóstico en longevidad, que nos permita saber cómo debemos actuar para potenciar nuestra vida. Lo segundo, una alimentación antiinflamatoria. Y lo tercero, conocer y practicar técnicas de manejo del estrés.
¿Cuándo debemos comenzar a cuidarnos? ¿Debemos prepararnos para alcanzar una vejez saludable?
Cuanto antes, mejor (¡aunque nunca es tarde para empezar a cuidarnos!). Se dice que a partir de los 25 años nuestro organismo empieza a perder funcionalidad poco a poco, es decir, biológicamente empezamos a envejecer. Por tanto, si desde jóvenes presentamos unos buenos hábitos y cuidamos nuestra salud a nivel global, contribuiremos a enlentecer los procesos de envejecimiento de nuestro cuerpo y con gran probabilidad disfrutaremos de una vida más larga y con una mayor calidad de vida.