Un brote de gripe aviar está siendo analizado en profundidad por el Centro Europeo para la Prevención y Control de Enfermedades (ECDC) en Polonia, donde decenas de gatos domésticos se han visto ya afectados. Desde la Organización Mundial de Salud Animal (OMSA) establecían hace unos días que los gatos no suelen contagiarse de la gripe aviar y que habría que estudiar bien los casos para conocer el modo de infección de estos felinos.
Actualmente son más de 60 los gatos que han muerto en Polonia, algunos sacrificados, tras detectar este brote que vigilan con preocupación las autoridades del país. Algunos veterinarios polacos han advertido de que es mejor que ningún gato doméstico salga del país y que, a ser posible, no se los alimente con carne cruda, ya que es el posible origen del brote al no haber estado en contacto con aves de corral o silvestres. No obstante, critican que aún no se haya iniciado una inspección en la comida enlata para gatos que se comercializa en el país.
Todavía no se ha concretado el alcance real del brote que, si por algo está alarmando, es porque se está produciendo en diferentes zonas del Polonia al mismo tiempo muy alejadas entre sí, por lo que varios especialistas apuntan a que el verdadero número de casos debe estar en varios centenares.
Esta cepa, la H5N1, se ha detectado en otras ocasiones. En 2022 se dio el aviso porque Francia había notificado un caso de gripe aviar en un felino de granja que había estado expuesto durante un brote en una explotación avícola. Lo mismo hace unas semanas cuando Italia comunicó que cinco perros y un gato habían estado en contacto con un brote en una granja de pollos.
Por el momento no hay casos en España, pero al ser animales de compañía ¿podría transmitirse la enfermedad de los gatos a los humanos? Aunque la gripe aviar es un virus muy contagioso, es muy poco probable que las personas la contraigan tras haber estado con un gato, aunque si hay una exposición prolongada y sin protección, sí que hay una pequeña probabilidad de contagio.
Los principales síntomas en gatos están en la pérdida de apetito, fiebre, dificultad para respirar, apatía e incluso una enfermedad neurológica. Se trata de síntomas que se suelen desarrollar a los pocos días de la exposición al virus y, mientras unos pueden solo mostrar síntomas leves, en otros casos la gravedad acaba en la muerte del felino.