Creíamos que ya lo habíamos dejado atrás, pero el coronavirus sigue circulando entre nosotros y este verano están repuntando los casos en todo el mundo, incluida España, con nuevas variantes altamente mutadas del virus que origina el covid-19 que están alertando a las autoridades sanitarias. El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades (ECDC) ha observado un aumento de los contagios en algunos países de la UE, aunque "no hay indicios" de que se esté produciendo una subida en las hospitalizaciones.
De entre estas nuevas variantes destacan las denominadas Pirola y Eris. La primera, designada como BA.2.86, presenta alrededor de 30 modificaciones de aminoácidos en su proteína espiga en relación con la subvariante BA.2 de ómicron, su antecesora directa. Hasta ahora se han encontrado seis secuencias de BA.2.86 en cuatro países. El hallazgo inicial fue en Israel, pero pronto Dinamarca, Estados Unidos y el Reino Unido informaron de casos similares.
Aunque es prematuro establecer conclusiones sobre la gravedad o transmisibilidad de esta variante, ya se trabaja en cultivarla para someterla a pruebas con anticuerpos humanos. La OMS tiene esta variante bajo vigilancia. Si resulta ser más peligrosa o elude las actuales vacunas o tratamientos, podría ser reclasificada por la OMS a la categoría de variante de interés o de preocupación.
La subvariante EG.5, apodada extraoficialmente como Eris, se registró por primera vez en febrero de 2023 y ya ha sido declarada de interés debido a su prevalencia en todo el mundo. Reino Unido, Estados Unidos, China, Corea del Sur, Japón, Canadá, Australia, Singapur, Francia, Portugal y España son algunos de los 51 países en los que se han detectado pacientes contagiados.
En España, Cataluña es la comunidad autónoma más afectada, aglutinando hasta el 40% de los casos en todo el país. Algunos hospitales de Barcelona han recuperado el uso de la mascarilla obligatoria para pacientes y acompañantes en la zona de urgencias, así como para las personas que visiten a pacientes ingresados.
La OMS ha explicado que Eris, al igual que las demás variantes detectadas recientemente, se caracterizan por ser cepas que no causan síntomas de gravedad. Los principales siguen siendo el dolor de garganta, la congestión nasal, los estornudos, la tos, el dolor de cabeza, la voz ronca, los dolores musculares, la pérdida del olfato, la diarrea y la taquicardia.
Algunas de las posibles causas de su mayor transmisibilidad durante el verano han sido el aumento de las temperaturas y las vacaciones que han llevado a las personas a viajar y relacionarse con nuevos círculos sociales, lo que conduce al virus a nuevas víctimas.
La consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Fátima Matute, ha recordado la necesidad de "tener las precauciones sensatas" fijadas hasta ahora, de modo que "cualquier persona que tenga síntomas respiratorios que se proteja y poco más". "Tranquilizar a la población porque esta variante, aunque sí que es cierto que tiene mayor transmisión, no tiene mayor gravedad y la incidencia está disminuyendo desde la segunda quincena de agosto", añadía.