La perimenopausia, los años anteriores a la retirada de la menstruación, preparan a las mujeres para entrar en esa nueva fase. Sin embargo, muchas no son conscientes de que es el momento clave para empezar a construir la nueva persona en la que se convertirá, tanto desde el punto de vista físico como emocional. La ginecóloga Marimer Pérez es una de las profesionales que se dedica a divulgar a través de su cuenta de Instagram lo que las mujeres pueden hacer para vivir una menopausia en plenitud. Porque sí, puede vivirse en plenitud y el resultado es el una mujer sabia y consciente de su cuerpo y sus emociones.
La inflamación es una de las causas subyacentes a muchas enfermedades. Pero, gracias a la alimentación, podemos minimizar, incluso neutralizar esa inflamación. La dieta antiinflamatoria consiste en priorizar las frutas, verduras y hortalizas, y tomar proteínas de alto valor nutricional con pocas grasas indeseables. Toda la comida procesada, los azúcares, el alcohol y las grasas trans y los carbohidratos refinados son alimentos proinflamatorios. Elimínalos cuanto antes de tu dieta.
Estar sin comer durante un número de horas, fundamentalmente por la noche, cuando nuestro organismo expande sus mecanismos de limpieza es importante. Hay diferentes tipos de ayuno intermitente, entre 12 y 16 horas como tiempo de referencia. Lo que se consigue con este tipo de ayuno es tener una resistencia alta a la insulina y, de esa manera, protegernos de enfermedades como la diabetes.
Las calorías no son importantes, sino la energía que proporcionan. Las buenas calorías, de nutrientes excelentes para la salud, son siempre buenas. Si lo que queremos es aumentar nuestra energía y resistencia y controlar el peso, lo mejor es hacer ejercicio de fuerza. Será la manera de evitar enfermedades asociadas al envejecimiento, prevenir la osteoporosis y lograr que nuestro cuerpo siga consumiendo energía aun en estado basal o de reposo.
El magnesio es necesario para más de 300 reacciones bioquímicas en el cuerpo. Ayuda a mantener el funcionamiento normal de músculos y nervios, proporciona un sistema inmunitario saludable, mantiene constantes los latidos del corazón y ayuda a que los huesos permanezcan fuertes. También ayuda a ajustar los niveles de glucosa en la sangre. Por último, ayuda en la producción de energía y proteína. Encontramos este micronutriente en nueces, legumbres, alimentos con fibra y crustáceos.
La vitamina D es indispensable a medida que envejecemos. Perteneciente al grupo de las liposolubles, está involucrada en la absorción del calcio, indispensable para mantener la salud de huesos y articulaciones. El cuerpo humano solo la produce a través de la luz del sol y de la alimentación, por eso no siempre está en los niveles adecuados. Por ello, es necesario tomar el sol sin protección al menos 20 minutos al día. Los pescados azules, la yema de huevo y los lácteos enteros son los alimentos con mayor índice de vitamina D.
Durante la menopausia y en los años previos, el tejido vaginal tiende a deshidratarse. Esa misma deshidratación provoca molestias en el día a día e incluso dolor en las relaciones sexuales. Para esta ginecóloga, es bueno adquirir una rutina de hidratación, como nos hidratamos otras partes del cuerpo. En el mercado, existen cremas específicas para la hidratación vaginal. Por otra parte, algunos tratamientos con láser también son buenos para la elasticidad de la zona.
Dormir mal es una epidemia que afecta a los hombres y mujeres maduros. Durante el sueño se activan muchos mecanismos que favorecen el sistema inmune y nos protegen de enfermedades neurodegenerativas. Aunque no es fácil escapar de dormir mal, hay hábitos que favorecen un buen sueño: respetar horarios, alejarse de pantallas un par de horas antes de ir a la cama, cenar poco y pronto, lograr un entorno agradable, limpio y despejado... ¿El objetivo? descansar al menos siete horas.
Cuando se llega a la menopausia estamos, más o menos, en la mitad de la vida. ¿No es un buen momento para reinventarse? Quizá ha llegado la hora de deshacernos de toda la carga mental y social que no nos aportaba nada: relaciones tóxicas, hábitos malos, rutinas agotadoras... La doctora Pérez habla de rodearse de personas-vitamina. Si le añadimos algún proyecto ilusionante, la felicidad está (casi) asegurada.
La menopausia y los años que la preceden suele estar llena de agendas descomunales porque suele juntarse la carrera profesional, la crianza de los hijos y el cuidado de los padres. El resultado son jornadas maratonianas en las que las mujeres somos las grandes olvidadas. El autocuidado pone el foco en la importancia de prestarse atención a uno mismo. Las ventajas son evidentes: bienestar para las mujeres y bienestar para los que las rodean porque las mujeres siguen siendo el pilar de los cuidados familiares. Pero, como recuerda la doctora Marimer Pérez, "no intentes salvar el mundo antes de salvarte a ti".