La menopausia y el climaterio han sido durante mucho tiempo dos grandes desconocidos para la mayoría de las mujeres. Un periodo de la vida que se suele vivir en silencio y que muchas aún identifican con la vejez y el fin de la feminidad. Es la pesada herencia de un sistema patriarcal que desde tiempos pretéritos ha alimentado el tabú social, cultural y religioso que existe hacia la sexualidad de la mujer. Afortunadamente, algo empieza a cambiar, tal y como constata la dietista especializada en menopausia Bárbara Munar en 'Reinas sin reglas' (Grijalbo).
En el libro, la experta ofrece herramientas para cuidar nuestra salud a partir de los 40 y entrar con buen pie en la menopausia. El objetivo es vivirla libres, sin síntomas y felices, porque al fin y al cabo el que esta etapa vital sea maravillosa es, sobre todo, una cuestión de actitud y de estar bien informadas, antes y durante el proceso.
¿Por qué crees que durante tanto tiempo no se ha hablado de la menopausia?
Hay diferentes motivos. El primero es que la menopausia se ha relacionado con la vejez y actualmente, todavía vivimos en una sociedad donde el culto a la juventud se respira en todos lados: anuncios, películas, revistas, … Asimismo, al relacionarlo con la vejez, las mujeres la hemos escondido porque no queríamos reconocernos como personas invisibles socialmente.
Afortunadamente, en los últimos 3 o 4 años se está produciendo una revolución, yo la llamo la revolución de las Reinas sin reglas, donde las mujeres hemos alzado nuestra voz y hemos pedido que se nos visibilice, se nos escuche y se nos trate a nivel médico y profesional como nos merecemos.
Creo que debemos estar orgullosas de ser la primera generación que hablamos sin miedos de este proceso natural y, gracias a ello, los medios de comunicación y campañas de publicidad nos están incluyendo, cosa que me parece maravillosa. Estamos dejando de ser invisibles.
¿Qué errores alimenticios podemos empezar a corregir que pueden ayudarnos a vivir una mejor menopausia? Y, ¿a qué edad deberíamos ya empezar a aplicárnoslo?
El primer error que veo es que comemos menos de lo que deberíamos comer. En esta etapa, tenemos unas necesidades aumentadas de vitaminas, minerales, fibra, proteínas, grasas,.. y el 90% de las pacientes que llegan a mi consulta no las cubren. Comemos muy por debajo de lo que necesitamos y eso afecta a nuestros síntomas.
Otro error es pensar que es tarde para empezar a cuidarnos. Siempre explico en redes que si ahora tienes 60 años y no te has cuidado nunca, no es tarde. Los estudios demuestran que hasta con 80 y 90 años podemos mejorar física y metabólicamente de manera que nunca es tarde. Pero si hablamos de un ideal para empezar a cuidarnos para la menopausia, yo diría que cuanto antes mejor. Una buena edad son los 40 años.
¿Se pueden realmente llegar a evitar sofocos, caída del ánimo y la libido, o el insomnio solo cambiando ciertos hábitos en nuestro estilo de vida y variando nuestra alimentación?
Por supuesto. La mayoría de mis pacientes reducen y/o eliminan los sofocos (incluso muy graves), mejoran su sueño, su estado de ánimo y energía a la vez que reducen grasa y contornos. En menos de un mes, podemos notar muchas mejoras. La libido también puede mejorar si se debe a una falta de autoestima derivada de los cambios físicos o de falta de energía, pero si es por una causa más profunda de relación de pareja, aquí ya entraría el trabajo con un sexólogo o terapeuta.
¿Cuáles son los principales temores infundados sobre la menopausia?
El primero es que pensamos que la menopausia engorda. Sí que es cierto que con el cambio hormonal y el paso de los años, el metabolismo puede endentecerse, pero cambiando la alimentación (solo un poco) y haciendo actividad física, podemos activar el metabolismo y mejorar la composición corporal. La realidad es que la menopausia no nos aumenta de peso, nos aumenta de peso nuestro estilo de vida.
Todavía pensamos que tener la menopausia y sus síntomas nos hace viejas. Y creemos que tendremos todos los síntomas: insomnio, pérdida de memoria, aumento de grasa, sofocos… Pero hay un 20% de mujeres que no tiene síntomas y las mujeres que tenemos sintomatología no tenemos todo el listado, solo algunos.