La masculinidad, como hace años era entendida, ha quedado obsoleta ante la evolución de la sociedad en todas sus vertientes. Sin embargo, hay quienes ven esa ‘pérdida’ de masculinidad como un factor biológico en el que destacan la caída de los niveles de testosterona en los hombres. Un ‘problema’ que ya hay quien se ha lanzado a arreglarlo en Silicon Valley con las T-parties, las fiestas de testosterona, sesiones colectivas de concienciación masculina.
“Mi propuesta es ayudar a los hombres a pasar de la testosterona baja a media, de media a alta y de alta al siguiente nivel”, explicó Jeff Tang, hacker biológico y fundador de la startup T-party, según recoge The Information. Para Tang la virilidad está en peligro por un simple motivo, los hombres se han olvidado de mantener sus niveles de testosterona lo más altos posible.
El fundador se apoya en diferentes estudios que señalan como los niveles de testosterona en sangre han descendido en los últimos años en países desarrollados y, según su teoría, deben recuperarse para mantener una buena calidad de vida para los hombres, pues la pérdida de testosterona puede llevar a una menor masa muscular, menos energía o a una mayor predisposición a padecer determinadas enfermedades.
Sin duda la testosterona es un parámetro que debe vigilarse para que mantenga un equilibrio que, en general, no supone ningún tipo de esfuerzo. En los hombres menores de 50 unos valores saludables tienen un rango bastante amplio que oscina entre los 270 y los 1.070 nanogramos por decilitro de sangre, según un estudio de la Universidad de San Diego que destaca que no por acercarse al máximo de ese rango se va a tener más beneficios.
Cierto es que, con la edad, especialmente a partir de los 40 años, la hormona comienza a disminuir, algo totalmente normal. No obstante, mientras no caiga por debajo de los 150 nanogramos, no se considerará un problema que tratar.
La gran pregunta es qué hacen en esas T-parties o fiestas de la testosterona para, supuestamente, recuperar su hombría aumentando sus niveles de la hormona. Un artículo de The San Francisco Standard narra con detalle qué ocurre en esos encuentros en los que los hombres ven a la testosterona como una especie de elixir del bienestar, pero también de la juventud.
La fiesta que describe el artículo se hizo en San Francisco, en un apartamento de lujo junto con vistas al mar repleto de máquinas de musculación, barriles de agua helada para hacer inmersiones o bandejas con salmón ahumado y zumos macrobióticos, todo ello con paredes repletas de imágenes dioses griegos.
Eran más de 20 invitados, gran parte de ellos directivos de empresas tecnológicas o empresarios, que pagaron entre 100 y 400 dólares por esa T-party en la que el primer paso era una extracción de sangre para poder conocer sus niveles de testosterona y, por tanto, cuánto deben aumentarla.
Mientras esperan con ansias sus resultados, Tang coge las riendas de la sesión para explicarles como la falta de testosterona puede afectarles a su salud o qué factores de su día a día puede hacer que los niveles desciendan animando a cambiar los malos hábitos para llevar una mejor alimentación, cambiar sus costumbres y llevar un plan de ejercicio para lograr su objetivo.
Aunque la idea suena extraña, Tang asegura que, dado que no es médico ni experto, cuenta con el asesoramiento de un equipo de expertos para aportar a los hombres que acuden a sus T-parties recetas sanas y con base científica, además de que también pretende hacer de estas fiestas una especie de grupo de autoayuda, un espacio de interacción masculina. Y, para ello, él mismo ha informado de sus resultados, pasando en unos meses de tener unos niveles de testosterona de 790 hasta los 1.096.